Les reconoceré que sin duda una de las noticias que más me ha sorprendido esta semana es la llegada del Ford B-MAX, y más concretamente la naturaleza de su sistema de puertas. Aún sólo se nos ha ofrecido una bonita pero nada elocuente fotografía del modelo definitivo, es por eso que tuve que recurrir a una fotografía del prototipo presentado ahora a un año para hablarles de una de las características más prometedoras del nuevo pequeño monovolumen de Ford: puertas posteriores correderas y ausencia de pilar central.
Puede que no les resulte nada innovador, es más, si a menudo se mueven por salones del automóvil internacionales ya se habrán percatado de que buena parte de los prototipos carecen de pilar central alguno. En ese caso se debe a que el fabricante busca un ángulo de visión que no quede entorpecido por una columna y que nos permita contemplar con absoluta claridad el diseño y la tecnología del interior. En el caso del Ford B-MAX el aporte de prescindir de pilar B va mucho más allá, la búsqueda del sistema más práctico y confortable para acceder al habitáculo ya sea a plazas delanteras, ya sea a plazas posteriores.
Sin duda si llega acompañada de un buen marketing será una de las razones que convierta a este pequeño monovolumen en la referencia de su segmento.
Mi sorpresa se debe a que a nivel de ingeniería prescindir de un punto de apoyo y de la rigidez que aporta el pilar B no es nada fácil, aún menos en un vehículo con una carrocería de tipo monovolumen, compacta y alta como este Ford B-MAX. Opel ya lo intentó en su prototipo Meriva Concept y tuvo que descartarlo en su Meriva definitivo, manteniendo únicamente las puertas posteriores de apertura suicida (en sentido opuesto a las puertas delanteras).
A modo técnico y orientativo es una pena que aún no podamos ofrecer más imágenes que las del prototipo de Ford B-MAX de 2011. La explicación de Ford aún es un tanto escueta y es que según ellos no se prescindió del mencionado pilar B sino que se ocultó en las puertas. Entendemos que tanto las puertas delanteras como las correderas posteriores, y sobretodo estas últimas, incluyen refuerzos adicionales y puntos de apoyo en la zona central del marco del habitáculo con dos funcionalidades: aportar rigidez estructural al conjunto chasis-carrocería y al menos mantener la misma resistencia ante impactos y vuelcos que si se hubiese mantenido dicho pilar.
También me pregunto, si el pilar está integrado en las puertas y por tanto estas han recibido refuerzos con materiales más resistentes (y habitualmente pesados), ¿pesarán más las puertas y serán más incómodas de abrir? Ya ven, sigo siendo bastante escéptico al respecto, pero de momento tendremos que fiarnos de la palabra de Ford que asegura que el Ford B-MAX (y por irónico que resulte por su nombre) no tendrá pilar B.
En cuestión de un mes se presentará en el Salón de Ginebra y tendremos ocasión de ver y contemplar este nuevo y prometedor modelo de Ford.
Fuente: Ford
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