La ciudad de Gotemburgo, Suecia, ha cerrado un contrato con la también compañía sueca, Volvo, gracias al cual se incorporarán a la flota de autobuses para el transporte público de la localidad, un total de 25 unidades del Volvo 7700 en su versión con motor diésel y sistema de propulsión híbrida con frenada regenerativa. Gracias al diseño implementado por Volvo en cada uno de estos autobuses, se prometen unas reducciones del consumo en torno al 30%.
Junto a las mejoras que ofrece su sistema de propulsión, la empresa explotadora de la nueva flota de autobuses ha confirmado que todas las unidades funcionarán con combustible biodiésel. Con el empleo de este combustible en lugar del gasóleo convencional, también se pretende fomentar la reducción en el impacto medioambiental. El empleo del biodiésel en las flotas de transporte de viajeros es cada vez más común en las grandes ciudades, una buena forma de reducir el impacto en la naturaleza, que no una forma de reducir el consumo o las emisiones.
El diseño con el que Volvo ha equipado a cada una de estos autobuses híbridos, ha permitido reducir la cilindrada de su motor de combustión diésel, desde los 9 litros de la versión normal, hasta los 5 litros que cubica la variante híbrida. Además equipa catalizador SCR, inyección Common-Rail de última generación y una caja de cambios automática I-Shift optimizada para su uso en el sistema híbrido paralelo.
Gracias al diseño del conjunto híbrido como un sistema paralelo, el Volvo 7700 Hybrid es capaz de impulsarse de manera eléctrica de manera independiente. De este modo, el superior ahorro se da en las paradas tan frecuentes que sufren este tipo de vehículos. Sus baterías cuentan con una capacidad de 4.8 kWh y emplean la tecnología de Iones de Litio.
Con el empleo de la frenada regenerativa, las paradas tan frecuentes y la masa de un vehículo de esta índole, los requerimientos energéticos para iniciar el movimiento se ven solventados por el propulsor eléctrico, restando al motor de gasóleo los momentos de mayor consumo debido al gran esfuerzo de desplazamiento que supone.
Con un peso final de cada unidad de tan solo 100 Kg más que la versión de la que deriva, el Volvo 7700 promete una reducción de las emisiones y el consumo en torno al 30%, llegando a cifrar en hasta un margen del 40%-50% la reducción en partículas y los óxidos de Nitrógeno (NOx).
Fuente: Greencarcongress
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