Cada día asistiremos a más y más titulares de este tipo, y es que aquellas marcas que quieran seguir contando en su historia con un modelo deportivo, deberán recurrir a lo inimaginable para conciliar en un único vehículo los conceptos de deportividad y eficiencia. El ahorro de peso en todos los componentes y la mejora de rendimiento en los motores marcarán la tendencia a seguir en todos y cada uno de los deportivos a partir de este determinado momento.
Este motivo es el que está centrando el diseño del que será sustituto del deportivo de la casa alemana, el Audi R8. La reducción de peso se hará realidad gracias al empleo de diversos materiales entre los que destacará el Aluminio, la Fibra de Carbono y el Magnesio entre otros, multitud de soluciones mucho más allá de las técnicas de soldadura y pegado, con la única idea de contar con una estructura más ligera, a la par que más segura que la generación actual, algo nada fácil si se quieren mantener los costes.
Junto a la creación de la próxima generación del Audi R8, el sustituto del actual Lamborguini Gallardo también albergará bastantes elementos en común con el modelo alemán. El chasis estructural será uno de los elementos que ambos compartirán, dejando a un lado el empleo masivo del Aluminio en favor de una estructura multi-elementos, gracias a este nuevo diseño el peso final será de 198 Kg, hablamos de 24 Kg de reducción solo en este elemento.
El empleo de la Fibra de Carbono también será notable en su estructura, en total se cifra en 28.1 Kilogramos los que estarán presentes en cada unidad que abandone la fábrica. El resto del peso, 169.9 Kg, corresponderán al uso masivo de Aluminio y el sistema de unión entre piezas empleado por Audi, fijación a través del uso de resina epoxi en lugar de soldaduras.
El apartado que permanecerá intocable hasta nuevo aviso será el hecho de contar con propulsores atmosféricos, lo cual respondería a mantener vivas una de las características más palpables de este deportivo, un motor de giro rápido conservando la peculiaridad de ser un propulsor de carrera larga. Sin embargo, dadas las últimas novedades de la casa de Inglostadt, muchos rumores apuntan al motor 4.0 V8 TFSI como gran protagonista del próximo R8.
La lógica nos dice que este motor sería el candidato perfecto para Audi por su mayor eficiencia en términos absolutos: sobrealimentación, inyección directa, desconexión selectiva de cilindros, DSG de 7 relaciones… un largo etcétera de soluciones que conformarían la seña de identidad más propia de Audi que del carácter del modelo de Lamborguini, marca que ya ha confirmado que va a posponer la sobrealimentación en sus motores lo máximo posible.
Sus propulsores serán, junto a su diseño final, el secreto mejor guardado hasta la fecha de lanzamiento prevista para el tercer trimestre de 2014. Un año más tarde habrá versión descapotable, al igual que una versión GT y el esperado modelo final eléctrico con nombre de Audi R8 e-tron.
El selecto club de superdeportivos, donde milita el Audi R8, está protagonizando avances a pasos agigantados para poder sortear de algún modo las sanciones y los límites impuestos por las normativas anticontaminación. Poco a poco iremos asistiendo a como la reducción de peso cobrará mayor protagonismo a la hora de diseñar cada nuevo vehículo.
Fuente: Autocar
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