Una de las noticias que marcaron el primer mes de este año fue la llegada del diésel a bloques firmados por la M del departamento deportivo de BMW. El BMW M550d era el encargado de abrir la caja de los truenos, pero no llegaba solo, también, los SUV de la marca se unían, presentando el X5 M50d y X6 M50d.
Esta polémica decisión, llegaba bajo el nombre de BMW M Performance Automobiles, sin entrar de lleno en BMW Motorsport, sino como un aledaño a este departamento, con bloques de seis cilindros en línea con una potencia de 381 caballos en 3 litros de cilindrada, potencia conseguida gracias a la sobrealimentación de tres turbos. A raíz de esta aparición, Mercedes, ha querido mostrarse firme, ha querido señalar el camino de su división deportiva de una forma tajante: AMG, no seguirá el camino de la división deportiva de BMW. AMG no tendrá un modelo diésel.
La tecnología presentada por BMW, a pesar de las numerosas críticas recibidas por parte de un gran número de aficionados al motor, cumple con un gran resultado (al menos sobre el papel) su propósito de crear una gama deportiva pero utilizable en el día a día. Tomando como ejemplo a la berlina, al BMW M550d, con 381 caballos, se consigue una aceleración en el 0 a 100 km/h de 4.7 segundos mientras que en el M5 de 560 caballos, el tiempo en alcanzar los 100 km/h es de 4.3 segundos.
Queda claro que BMW no buscó ni mucho menos superar al M5 prestacionalmente, a pesar de conseguir un excelente resultado con la aceleración del diésel, pero al igual que dinámicamente el M5 es superior, también lo son sus consumos y mientras registra 9.9 l/100 km en ciclo mixto, el diésel registra 6.3 l/100 km en las mismas condiciones, gracias en parte, además de a su propulsión, a la tecnología Star&Stop y el modo PRO ECO del Driving Experience Control.
A pesar de que este bloque diésel presente unas grandes bondades en el consumo de carburante, parece que no ha sentado del todo bien a los seguidores y aficionados al motor, para muchos, ha supuesto mancillar tan ilustre insignia y Mercedes, ha sacado pecho ante este hecho y a pesar de que AMG ya lució su nombre en su día en un modelo diésel, el Mercedes C 30 CDI AMG con un bloque de 3 litros y 230 caballos, ha dicho que no seguirá esta tendencia y su división más pasional, seguirá recurriendo a la gasolina.
Si tomamos por ejemplo las mediciones de una de las bestias de AMG, el ML 63 AMG con el motor V8 5.5 biturbo de 525 caballos con un par de 700 Nm, nos encontramos con un consumo de 11.8 l/100 km, una cifra que a pesar de superar la barrera de los 10 l/100km en consumo mixto, no parece tan elevada si tenemos en cuenta las dimensiones del ML y que hay que alimentar a sus 525 caballos.
De este modo, ajustando los consumos de sus versiones más prestacionales, incluyendo modo ECO con Star&Stop, AMG seguirá por el momento unida a la gasolina como parte de la filosofía de la cara más prestacional de la firma germana blandiendo como pilares de esta decisión el sonido y respuesta de los bloques con este combustible.
Fuente: Autocar
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