Una tecnología con bastante tiempos en sus espaldas, pero que ha vuelto a ponerse de moda gracias al empleo de este concepto de desconexión de cilindros en algunos propulsores del Grupo Volkswagen. En un principio, Audi dio a conocer esta tecnología como una de las medidas estrellas para haber conseguido elevar la eficiencia en su nuevo bloque de carácter deportivo, el motor V8 4.0 TFSI.
Con una salida máxima de 560 CV para el bloque V8, lo primero que se plantea uno es la cantidad necesaria de gasolina para alimentar a semejante caballería. Sin embargo Audi tenía varios ases en la manga, y uno de ellos recibía la denominación comercial: Audi Cilinder On Demand. Para el común de los mortales, esta tecnología se basa en el sellado de «X» cilindros mediante la clausura permanente de sus válvulas. Gracias a este suceso, y al corte de inyección en dichos cilindros, se consigue un giro en vacío de los pistones ahorrando una cantidad notable de combustible.
El principio de funcionamiento de la tecnología se basa en la escasa necesidad del máximo de prestaciones en cuestiones de demanda media. Esto quiere decir que ante una velocidad de crucero sostenida, la potencia ofrecida por la mitad de los cilindros es suficiente como para continuar empujando nuestro vehículo sin ninguna dificultad.
Pero lo mejor de todo, es el hecho de que Audi, no sólo ha pensado en los grandes bloques que laten en el interior de sus modelos S o RS, sino que también ha pensado en uno de los propulsores gasolina con mayor repercusión dentro de su gama. Este motor es el 1.4 TSI, un bloque capaz de ofrecer hasta 180 CV en su versión más potente, pero capaz de emplear un consumo contenido para llegar a esa cifra.
La idea de este motor TSI en un principio fue clara: prestaciones de motor de 2.000 cc con el consumo de un pequeño 1.400 cc de aspiración atmosférica. El éxito de ventas ha sido mayúsculo, y el buen hacer de la marca germana ha quedado plasmado en este pequeño propulsor.
Pero todo se puede mejorar, y así es como Audi decidió rediseñar la culata de este propulsor para incluir el sistema de desconexión de cilindros. Gracias a la adopción de este sistema, el Audi A1 con el motor 1.4 TSI es capaz de rebajar su consumo, en comparación con el anterior bloque, en nada menos que 0,4 l/100 Km. De este modo, el actual motor TSI de 140 CV homologa un consumo medio de 5,1 l/100 Km y unas emisiones de 109 g de CO2 por kilómetro recorrido.
Fuente: WCF
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