Una noticia, cuanto menos cuestionable por la prontitud en la que se pretende cumplir el objetivo de una autonomía de alrededor de 300 Kilómetros. Sin embargo, se apunta a que el grueso de las informaciones apuntan a una temprana evolución del Renault ZOE, cuyo objetivo sería el de alojar una segunda generación de baterías, capaces de conseguir una autonomía que duplicaría el diseño actual que ubicará el inminente compacto eléctrico.
El hecho es que se está hablando de un modelo, el Renault ZOE, que recibirá su primer bautizo en el próximo Salón del Autómovil de Ginebra, llegando al mercado en Octubre de este mismo año. Se trata del primer «Full Electric» de la casa del rombo, y pretende conquistar a propios y extraños con una agresiva campaña basada en el alquiler de sus baterías y en un precio contenido. ¿Su gran pega?, la autonomía máxima cifrada en 160 Km según las últimas informaciones.
De confirmarse estas primeras informaciones, estaríamos hablando de un rotundo éxito en materia técnica por la temprana evolución de las baterías, y un mayor éxito si cabe, si analizamos a fondo el concepto de alquiler de baterías propuesto por Renault. Con una hoja de ruta donde se plantee una evolución de las baterías de nuestro modelo a lo largo del tiempo, el hecho de poseerlas en propiedad deja de cobrar sentido a la hora de comprar un vehículo eléctrico.
Al hilo de la noticia queda una cuestión bastante evidente a la hora de hablar sobre una evolución en las baterías, el coste de dicha mejora y su respectiva repercusión en el precio final. Resulta obvio que el grueso del precio de un eléctrico se traduce en sus acumuladores, por lo que a la hora de afrontar un nuevo diseño mucho más prestacional, el usuario final deberá de acarrear, cuanto menos, con un «ligero» incremento en el precio final del producto, si no, el concepto de desarrollo tecnológico carecería de sentido en una sociedad de consumo.
Por último, y no menos importante, si finalmente es cierto que Renault consigue duplicar la autonomía del ZOE, aspectos como la recarga, peso y mejoras en otros apartados serán un obligado a la hora de querer actualizar el ZOE. Quizás el tiempo de recarga y peso sean los aspectos más controvertidos e importantes, ya que a no ser que la marca francesa haya encontrado el filón de oro en el concepto de densidad energética, el peso deberá aumentar para poder albergar una mayor capacidad, sí o sí.
Y después nos quedaría el sistema de recarga, donde la superior capacidad de unas baterías se traduce en un inexorable incremento de los tiempos de recarga, más aún cuando hablamos de duplicar la autonomía como es el caso que nos ocupa. Ginebra está muy cerca, y será en este escenario donde Renault baje el telón para descubrirnos al ZOE y su futuro, estaremos atentos para ver que nos espera desde una de las marcas más comprometidas con el vehículo eléctrico.
Fuente: FCE | BFM
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