Cada vez más, los fabricantes de automóviles se preocupan de la seguridad en carretera y día a día nos lo demuestran con avanzados sistemas que poco a poco van tomando relevo de las pequeñas imperfecciones humanas al volante y que garantizan una conducción mucho más segura. Sin embargo, antes de llevarlo al terreno real, existen simuladores como el que hoy os presentamos: se llama VIRtual Test Track EXperiment (VIRTTEX) y fue desarrollado por Ford hace nada menos que 11 años, en 2001.
No se trata de una nave espacial desarrollada por la firma del óvalo, aunque lo cierto es que en su interior encontramos un mundo de realidad virtual que ayuda a los ingenieros a precisar todos los elementos de seguridad que más tarde estarán en nuestro automóvil. Como nos encontramos en una era tecnológica en que en seguida nuestras máquinas más punteras necesitan una actualización profunda, hoy le tocaba a la gigantesca ‘pelota’ tecnológica de Ford.
Renderización de imágenes
El interior se nutre de un circuito virtual donde se llevan a cabo pruebas de frenada o aceleración, por ejemplo. Las imágenes se han de renderizar y este es el primer aspecto mejorado, que ahora ofrece un entorno en alta definición con 360 grados de visión horizontal. Todos estos movimientos son simulados por la ‘pelota’, que por este motivo se encuentra sujeta por diferentes mecanismos hidráulicos cuyo cometido es mover la cabina de un lado a otro según el movimiento que haya que simular.
Gracias a la visión de 360 grados, el estudio que llevan a cabo los ingenieros es más completo para visualizar desde cada ángulo la conducción del usuario. Además, ahora el entorno es más real incluyendo peatones y marcas en la carretera.
Probando la tecnología de Ford Fusion
Entre los elementos con los que se hacen pruebas, se incluyen avisadores como el de impacto frontal. Se ha estudiado el asistente de carril (Lane Keeping System) o el aviso de colisión que son dos sistemas de seguridad que aparecerán en el nuevo Fusion. Entre las conclusiones (que por otro lado son lógicas) se arroja que algunos avisadores de peligro ayudan al conductor a elaborar mejores maniobras ante el despiste.
La firma del óvalo estudia los distintos tipos de avisos, como por ejemplo auditivos, visuales o de vibración (hay sistemas que avisan con una vibración en el volante) y sus efectos en solitario o combinándolos.
Lo cierto es que este tema tiene mucha ‘miga’ porque es verdad que hay indicadores que son más apropiados para determinadas condiciones. Por ejemplo, estamos acostumbrados a pisar los testigos de límite de carril que hacen vibrar el volante y emiten un sonido característico por el impacto en los neumáticos. Para un asistente de carril es mejor una vibración que un sonido acústico, que sin embargo creo que es más efectivo para sistemas de frenada. En este aspecto, Ford ha recalcado que hay estudios que reflejan que los conductores prefieren la vibración en el volante para los asistentes de carril. Otra de las conclusiones es que un chivato más intenso y ‘autoritario’ mejora la reacción del conductor ante el posible peligro.
Esperamos tener más noticias de avances conseguidos a través de VIRTTEX, que sin duda es un gran beneficio para Ford y para los conductores que conducimos tecnología de última generación y precisa.
Fuente: Ford
En Tecmovia: Ford apuesta por Silicon Valley para su nuevo laboratorio tecnológico
