En un país tan acostumbrado a las bicicletas, este tipo de iniciativas pasan más desapercibidas que en el resto de latitudes, es más, seguro que antes de pedalear de manera colectiva montados en este particular transporte, más de uno de estos pasajeros seguro que ya asistía al colegio en bicicleta. Se trata de una cultura forjada a lo largo del tiempo, donde la bicicleta se considera el medio de transporte idóneo para recorrer las distancias del día a día.
En Holanda se encuentran rodando 25 de estos autobuses-biciletas, y aparentemente gozan de bastante buena fama entre sus usuarios, pues ya han empezado a mejorar dichos transportes para instalarles capota, sistema de radio, etc. Este transporte consta con espacio para hasta 12 personas, con 8 puntos de pedaleo y puede albergar niños desde los 4 hasta los 12 años. Para las situaciones menos farovables, se ha instalado un propulsor eléctrico capaz de asistir a nuestro esfuerzo para poder llegar hasta el destino fijado.
En España existen similares soluciones aunque enfocadas a una visión del concepto más relacionada con el ocio. En zonas de costa sobre todo, es común ver un planteamiento muy parecido donde el diseño se basa en la barra de un bar. Mientras en los laterales se ubican las personas que pedalean, en el interior de dicha barra se encuentra un camarero para atender a los clientes y un conductor cuyo objetivo es mantener el correcto rumbo del peculiar invento.
En esencia ambos conceptos comparten el mismo punto de vista, la movilidad colectiva gracias la bicicleta. Una forma de entender el transporte muy común en Europa, y que poco a poco empieza a ganar más y más adeptos en nuestros país, sobre todo entre el público más joven y con menos recursos de tipo económico, ya que además de otorgar beneficios para nuestra salud, ofrece un transporte unipersonal capaz y gratuito.
Dado el nivel de crisis energética que se está viviendo, tan solo hace falta asomarse a nuestra ventana para observar como multitud de colectivos están recuperando sus antiguas monturas para ir al trabajo. El gran problema de este tipo de movilidad es el olvido por parte de las administraciones, al igual que por parte de otros usuarios de vía como son coches, motos y peatones. Pues como la mayoría de cosas en este mundo, tan solo es necesario impartir un poco de cultura de bicicleta en la sociedad para que este elemento goce de una mayor repercusión, y así ofrecer más ventajas tanto a los que ya las usan, como a los que pretenden iniciarse.
Fuente: ISon21
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