Importante el paso adelante que definitivamente ha dado Toyota en Europa, la introducción de un híbrido de dimensiones reducidas, en lo que venimos denominando el segmento B. Y es que tras habernos convencido de que la mecánica híbrida es la solución ideal para un vehículo compacto y enfoque urbano, el Toyota Yaris Híbrido pretende revolucionar por ser una opción realmente asequible (por debajo de los 18.000€ sin descuentos ni ayudas públicas vigentes) y unos consumos y emisiones sin rival en el mercado actual.
El Toyota Yaris Híbrido se presenta como un utilitario prestacional y potente con 100 CV que son fruto del trabajo de un motor térmico 1.5 de ciclo Atkinson y un motor eléctrico de apoyo, una mecánica de nueva factura similar pero no exactamente igual a la ya empleada por el Toyota Prius. Sus emisiones de CO2 se ven reducidas hasta los 79 g/km y su consumo homologado será de tan sólo 3.5 litros/100 kilómetros.
Estamos hablando de unos registros que sitúan al Toyota Yaris Híbrido como uno de los turismos con motor térmico más eficientes, si no el que más, de la oferta actual en Europa.
Siguiendo métodos estadísticos Toyota ha llegado a la conclusión de que su utilitario híbrido puede funcionar en modo eléctrico puro, sin emisiones, en un promedio del 66% del tiempo y el 58% de la distancia según tres recorridos: urbano, mixto y sobre todo extra-urbano (a velocidades de hasta 90 km/h). Esto indica de paso que los consumos reales deberían estar próximos a los homologados, una virtud que ya habíamos podido apreciar en el Toyota Prius.
Habiendo salvado la barrera tecnológica que impedía que un pequeño utilitario fuera viable integrando una mecánica compleja, como es el Hybrid Synergy Drive, el Toyota Yaris Híbrido pretende convencernos de que la opción híbrida se antoja como la ideal para los desplazamientos urbanos también en el segmento B. Sobre el papel lo han conseguido, ya sólo nos queda comprobarlo in situ. ¿No creen?
Fuente: Toyota
En Diariomotor: Toyota Yaris Hybrid, el utilitario más eficiente de la historia está en Ginebra