Ideas para la infraestructura de recarga eléctrica de vehículos hay muchas, a cada cual más variopinta y original. La mayoría están a años luz de ser una realidad palpable mientras la evolución del coche eléctrico sigue a paso de caracol.
Una buena idea parece conseguir la energía eléctrica de esa gran fuente externa, eterna y no contaminante que es el sol. En esa opción trabaja la empresa americana Pvilion con las Solar Sail EV, estaciones de recarga eléctrica que obtienen toda su energía del sol. Se recoge la energía fotovoltáica, se transforma y se almacena para posteriormente abastecer a los vehículos. Es decir, la estación es totalmente independiente.
Todavía no han publicado muchos datos sobre el funcionamiento del sistema y desde luego ahí estará la clave de si pueden hacerse realidad o es simple ficción (por el momento). La mayor ventaja de un sistema así está claro, no se utilizan combustibles fósiles ni fuentes no renovables para conseguir la energía. ¿Pegas? Las que haga falta. Para empezar su seguramente elevadísimo precio de inicio.
Para seguir, que al menos que cuenten con una células fotovoltáicas muy revolucionarias la capacidad de creación de energía será pequeña. Lo mismo se podría decir para el almacenamiento de la energía, ¿sería suficiente para poder recargar los vehículos por la noche?
La idea, como idea, es buena. Pero parece tener más sentido aprovechar las estaciones de servicio actuales conviertiéndolas en *electrolineras*. Minimizar el coste de la expansión de la infraestructura siempre beneficiará a la evolución de todo el sector de coches eléctricos. Y para que esto ocurra está claro que debe existir un sistema de recarga estándar.
Fuente: AutoblogGreen
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