El concepto de reciclado de las baterías de coches eléctricos nos puede sonar a la desmantelamiento y reutilización de sus componentes para ofrecer un nuevo producto, sin embargo existe una nueva posibilidad en forma de segunda oportunidad tras una vida útil instalada en nuestro vehículo eléctrico. Esta vida después de la propulsión del coche eléctrico seguiría ofreciendo sus virtudes de acumulación de energía, solo que en este caso su capacidad podría estar disponible para nuestro hogar, nuestra comunidad, etc.
Son varias las marcas las que están estudiando muy seriamente las posibilidades de unas baterías que ya no cumplen con sus principales objetivos. Unas posibilidades que en un principio otorgaban una autonomía suficiente para el vehículo eléctrico, pero que debido a las mermas en su capacidad por motivos de acumulación de ciclos, ya no ofrecen una autonomía lo suficientemente alta como para cumplir con las necesidades de un coche eléctrico.
Después de una vida estimada en unos 10 años, este tipo de baterías habrán reducido su capacidad alrededor de un 30%, lo cual en autonomía supone una notable disminución. Es por ello que el empleo de una red eléctrica inteligente basada en este tipo de baterías puede ofrecer grandes posibilidades, siendo la más destacada el alivio que supone contar con una red de acumulación energética capaz de satisfacer grandes demandas.
Bajo el desarrollo de esta idea en la vida real, Mitsubishi nos muestra como llevar a cabo esta propuesta partiendo de la batería que equipa su pequeño modelo eléctrico, el Mitsubishi i-MIEV. Con una capacidad cifrada en 80 kWh gracias a la instalación de varias baterías usadas provenientes del pequeño urbano eléctrico, la garantía de poder recargar hasta cinco vehículos eléctricos es posible. Partiendo además de una obtención de la energía eléctrica gracias a una superficie de paneles fotovoltaicos de 20 kW.
La iniciativa llevada a cabo por Mitsubishi nos muestra unas muy interesantes posibilidades para las baterías usadas. Una nueva puerta para dar cabida a nuevas formas de entender la red eléctrica conociendo el desarrollo que pretende tener este tipo de propulsión alternativa. La acumulación energética gracias a la reutilización de las baterías puede ser una de las claves para eliminar el miedo a la falta de suministro por parte de la red distribuidora.
Ahora solo nos quedaría conocer el coste de llevar a cabo un proyecto de este tipo fuera de las instalaciones de Mitsubishi, ya que el precio de cada kWh que vaya a ser consumido aparenta ser bastante elevado dado el nivel tecnológico del que hace gala. Seguiremos atentos a la evolución de este tipo de iniciativas, ya que todo apunta a que pueden llegar a ser un elemento clave en el desarrollo de la propulsión eléctrica.
Fuente: GreenCarCongress
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