El futuro de los motores rotativos parece que va encontrando su camino poco a poco, un futuro donde la propulsión alternativa tiene mucho que decir, pero donde los avances realizados bajo la tecnología SKYACTIV de Mazda parece que van a convertirse en un aspecto decisivo. La idea es evolucionar estos motores para paliar sus defectos en consumo y falta de par dando vida a una mecánica polivalente capaz de desempeñar distintos papeles como propulsor.
Robert Davis, vicepresidente de Mazda para EE.UU. ha hablado sobre el futuro de la marca en relación a sus propulsores, haciendo mención especial en el desarrollo que están llevando a cabo los motores sin pistones. Aunque no se esperan grandes avances en un corto periodo de tiempo, la idea es contar con estos propulsores lo antes posible, desarrollando la tecnología SKYACTIV en los motores convencionales de un modo paralelo como verdadero pilar de la gama.
Como ya hemos apuntado, el objetivo de la marca es implementar las últimas innovaciones y mejoras en eficiencia sobre los motores rotativos. Hablamos de que la siguiente generación de propulsores rotativos se distanciarán de sus antecesores en multitud de aspectos, siendo las mejoras en el descenso del consumo el principal caballo de batalla. La reducción de la fricción interna y la mejora de los materiales que cubren zona críticas de estos motores son solo algunos de estos nuevos avances.
Pero si algo se puede desprender de las palabras de Robert Davis, es el hecho de que los motores rotativos no jugarán el mismo papel que hasta ahora han abanderado, por lo menos no como su único objetivo. Hablamos de que, hasta el momento, los motores Wankel han ido siempre ligados a deportivos de más o menos poderío, pero siempre buscando su rapidez de vueltas y potencia como verdadera seña de identidad. Ahora las emisiones y el consumo mandan, y la asociación a un motor eléctrico puede convertirse en el único modo de volver a ver a estos motores cobrando vida.
Tras la afirmación de que el «downzising» será la tónica dominante en los motores convencionales, queda descartado incluso contar con motores V6, el motor rotativo encuentra en el apoyo eléctrico dos posibles formas para volver a ser instalado en un futuro Mazda. En primer lugar encontraríamos un sistema híbrido donde el motor eléctrico realizaría funciones de asistencia, solucionando el escaso par que generan los motores Wankel y reduciendo de manera considerable el gasto en combustible.
La segunda posibilidad residiría en ubicar un motor rotativo como extensor de autonomía en un vehículo eléctrico. Quizás la opción más interesante, aunque también sea la que más tiempo pueda necesitar para llegar al mercado dada la situación actual de la marca. Sea como sea, ambos caminos son en los que Mazda se ha fijado para volver a instalar sus míticos propulsores en un vehículo de serie, tras la confirmación solo nos queda esperar las primeras muestras en forma de concept.
Fuente: AutoblogGreen
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