Según un reciente estudio elaborado por el Comité de Cambio Climático del Reino Unido (Comitee on Climate Change) una revolución tecnológica en el terreno de las baterías es altamente improbable, al menos en la próxima década. Mejoras sí, pero milagros, los justos.
Tras este pequeño jarro de agua fría para los más devotos seguidores de la transición hacia la electricidad, el mismo estudio nos explica las fases y los tiempos de desarrollo de tecnologías de almacenamiento, llegando a interesantes conclusiones. Aquí os traemos un resumen imprescindible.
Situación actual de las baterías de Ion-Litio
Las actuales baterías de iones de litio, que son mayoría en la industria automovilística enchufable (eléctricos puros e híbridos enchufables) tienen una densidad energética que oscila entre 100 y 180 Wh/kg. Para poner esta medida en contexto, conviene recordar que la gasolina supera los 12.000 Wh/kg, algo más de 60 veces mayor. Invirtiendo el cálculo, 1kWh tiene una masa aproximada de entre 5,5 y 10 kg.
Es obvio que para transportar energía resulta vital que ésta ocupe poco espacio e implique arrastrar la menor masa posible; por ello, la densidad energética es un problema tan grave como el coste económico de las baterías. Del mismo informe se desprende que las celdas de una batería media cuestan ahora mismo unos 400$/kWh, pero la estructura que las arma y la electrónica que las controla duplican ese coste, acercándolo a los 800$/kWh.
Estas cifras son realmente elevadas, porque con 1kWh no se va muy lejos. Concretamente, a poco más de 6 km de distancia, además de que no todo el almacenamiento químico de una batería se puede consumir. Puesto que la descarga total arruinaría la batería, no solamente la energía almacenada es pesada y cara, sino que hay que emplear algunos kilos y algunos euros en energía que no aportará movimiento…
…menudo panorama.
Perspectivas de futuro para las baterías de coches eléctricos
Seguimos desgranando el estudio, para ver qué nos depara el futuro. Lo primero que nos indican es que no hay grandes revoluciones a la vista, y el argumento empleado es realmente simple, pero yo diría que bastante convincente.
El principal mercado de baterías ahora mismo son, con gran diferencia, los bienes de consumo de pequeño tamaño (móviles, portátiles…) muy por delante de las baterías de vehículos híbridos y eléctricos. Por otro lado, estas pequeñas baterías se enfrentan a una utilización mucho menos exigente que las que han de mover coches enteros.
Siguiendo esta línea de razonamiento, unida al hecho de que el tiempo de desarrollo de un nuevo prototipo hasta que pasa por los móviles y llega a los coches ronda (hasta ahora) los 15 años, llegamos a la conclusión de que si ahora mismo no hay ninguna revolución en marcha en baterías para teléfonos, no deberíamos esperarla en menos de una década en baterías para coches, donde probablemente llegarían solo después de haber pasado el test más fácil de alimentar smartphones durante años.
Y así están las cosas, de momento.
Fuente: Green Car Congress
En Tecmovia: Baterías de coches eléctricos e híbridos, hoy [estado de la tecnología del automóvil] | Gran paso en la evolución de las baterías de la mano de Envia Systems