El avance de la tecnología y sobre todo, la evolución de la relación entre vehículos e informática, ha desencadenado la creación de multitud de programas, sistemas de diagnóstico y software de lectura de fallos. La variedad que existe en este tipo de productos relacionados con el automóvil es muy alta, pudiendo optar por multitud de opciones para desempeñar un mismo papel fundamental en cualquier taller, ya sea oficial, multimarca o franquicia.
Sin embargo, la gran utilidad de este tipo de herramientas añade una importante inversión entre el software base de ejecución, la infinidad de cables y distintos tipos de conexiones necesarios para cada marca y en la mayoría de casos se obliga a una cuota de suscripción que añade la licencia de uso y el acceso a nuevas actualizaciones. Resulta obvio que el desembolso en esta herramienta es importante, por lo que la adquisición de estos sistemas mediante fuentes piratas se hace bastante interesante.
Tal es el uso del software pirata en nuestro país que, España encabeza la lista de uso de software no oficial en la Comunidad Europea, ocupando la segunda plaza si el ámbito de ejecución corresponde al resto del mundo. Pero esta situación pretende erradicarse desde la Comisión Antipiratería para el Automóvil (CAPA), alegando que en el uso de este tipo de software se esconden posibles fallos de diagnóstico, pudiendo provocar una situación perjudicial para muchos de los posibles clientes de este tipo de talleres.
Hasta el momento, CAPA tan solo realizaba una labor de prevención y concienciación, pero dada la magnitud del uso en España de este tipo de sistemas piratas, el siguiente paso que va a ejecutar la comisión será el de la denuncia de aquellos centros que empleen este tipo de software. La cuestión no es otra que cifrar el verdadero riesgo de esta conducta por parte de los talleres, ya que aunque no hablemos de un acto ejemplar, no pretendo defender su empleo, cuesta creer que el uso del software pirata pueda terminar en un posible perjuicio del cliente final.
Hoy en día es imposible imaginar un taller sin este sistema de diagnóstico fundamental. Es tal la penetración de la electrónica en nuestros vehículos, que el amplio espectro de averías requieren de algún tipo de máquina o software en algún momento de su reparación: diagnosis, calibrado, codificación, etc. Quizás el verdadero problema resida en la necesidad de encontrar un sistema único para todas las marcas y vehículos, ya que el principal comprador de software pirata son los talleres multimarca. Centros que, incluso contando con un gran respaldo económico, son incapaces de rentabilizar la compra de todas las herramientas informáticas que especifica cada constructor para su gama de vehículos. La polémica está servida…
Fuente: Autoprofesional.com
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