Desde el Salón del Automóvil de Beijing recogemos nuevos detalles de la apuesta del fabricante BYD. Un concept que juega el papel de sucesión de uno de los modelos de la marca con mayor representación a nivel mundial, el BYD F3 DM, y que además pretende mejorar todos sus aspectos en esta nueva generación. La mayor novedad que nos muestra el Qin es su cambio de planteamiento, dejando a un lado la hibridación en paralelo, para convertirse en un eléctrico de autonomía extendida.
El cambio de diseño en su apartado motopropulsor pretende reflejar una evolución en la filosofía del modelo, plasmando en el funcionamiento eléctrico todo el protagonismo. Sin embargo, para seguir ofreciendo un producto realmente atractivo, la marca ha decidido contar con un propulsor gasolina de 1.500 cc turboalimentado para eliminar la temida ansiedad por falta de autonomía. Su motor de explosión es capaz de ofrecer hasta 304 CV de potencia máxima, otorgando un par de 440 Nm, cifras bastante inusuales para desempeñar el citado papel de extensor y que se quedarán por el camino si finalmente el Qin llega a la cadena de producción.
Dejando a un lado el apartado referente a su motor de gasolina, el mayor protagonismo del BYD Qin reside en el apartado eléctrico. Entre las principales mejoras de las que hace referencia el fabricante chino, se encuentra el rediseño de su pack de baterías. La tecnología que emplean es la de Iones de Litio, como ya empleara el citado F3 DM, sin embargo, una actualización de las mismas ha desembocado en un ahorro del volumen necesario para su instalación, a la par que una reducción del peso total del conjunto.
Su motor eléctrico también ha evolucionado desde el modelo previo, aunque BYD no ha facilitado los puntos donde se ha mejorado el propulsor, ni ha ofrecido cifras en relación a la potencia o par que es capaz de otorgar ahora. Lo que sí sabemos es que la aceleración del Qin se ha fijado en 6,9 segundos para el 0-100 Km/h, estableciendo una velocidad punta de 185 Km/h. Quizás el dato más interesante en este punto sería el peso final del modelo, pero de nuevo hablamos de un dato que tampoco ha desvelado la marca hasta el momento.
Finalmente podemos hablar de una de sus grandes promesas como posible futuro modelo de producción, y es que BYD ha asegurado la autonomía de 50 Kilómetros en funcionamiento 100% eléctrico, añadiendo la opción de poder restaurar sus baterías mediante una conexión a un punto de recarga. Por ahora BYD sigue ofreciendo datos con cuentagotas, un recelo muy poco habitual entre los fabricantes chinos, aunque su justificación puede estar en los rumores que aseguran que el Qin está muy cerca de producción como modelo global de la marca.
Fuente: AutoblogGreen
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