Recaudación, automoción y contaminación: un peligroso cóctel que está arrojando numerosos titulares desde que la sociedad se ha dado cuenta de que los escapes son un verdadero problema, más aún en un parque automovilístico tan envejecido como el español donde la edad media roza los 10 años. La polémica ha quedado servida cuando el Ayuntamiento de Madrid ha propuesto crear una ordenanza que recoja la sanción de aquellos conductores que permanezcan parados o estacionados con el motor en marcha.
El marco en el que se ampara esta sanción es el plan de calidad del aire que está impulsando el propio ayuntamiento. Una medida que podrá acarrear hasta 100 € de multa a los infractores de la nueva ordenanza, eso sí, esta nueva sanción solo afectará a aquellos vehículos que empleen un propulsor de combustión interna, discriminando en positivo a eléctricos, híbridos, vehículos de pila de combustible y servicios municipales de asistencia y seguridad.
La medida entrará en vigor a partir del 1 de Julio de este mismo año y pretende establecer un compromiso con el medio ambiente y nuestro impacto sobre este. Aunque claro está que la polémica normativa dará mucho de que hablar ya que la ordenanza regula la imposición de multa siempre y cuando no esté justificada la acción de no detener el motor del vehículo, y aquí se abre un mundo de posibles interpretaciones. Un resquicio que bien puede ser suficiente para salvar los trastos a ciertos colectivos, o a la amplia mayoría de usuarios que ven como los más de 40º del medio día parece que pueden derretir nuestro vehículo si desactivamos el aire acondicionado.
Haciendo alusión únicamente al compromiso por limitar las emisiones, queda claro que la acción de multar puede darse por explicada sin poco más que decir, hablamos de un claro derroche sabiendo que un motor parado es un motor que no emite siempre y cuando el tiempo de parada no penalice el mayor consumo de volver a encender dicho motor. Sin embargo la ausencia de detalles como el tiempo máximo de estacionamiento o la posibilidad de justificar el no detener el motor de nuestro vehículo, abre un vacío en la formulación de la ordenanza o aparenta cierta falta de aclaración en algunos detalles.
Junto a esta nueva modificación de la ordenanza, se ha establecido una nueva subida de las tarifas en las denominadas como zonas de bajas emisiones, acompañando esta acción de una ampliación de los horarios de las zonas SER. Dicha subida será de entre 5 y 15 céntimos de euro por cada 20 minutos y se empleará para la creación de una red de alquiler de 1.500 bicicletas con 3.000 puntos de anclaje a lo largo de toda la ciudad.
Fuente: ABC.es | Madridiario.es
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