Cuando hablamos del Audi A3 estamos tratando de uno de los referentes en el segmento de los compactos, compactos premium para ser más exactos. Con la nueva puesta en escena de la nueva generación, son muchos los que critican el excesivo continuismo de la saga, poniendo de manifiesto un concepto estilístico demasiado aferrado a lo largo de toda la oferta de la marca alemana. Sin embargo Audi habla de evolución, y para ello nos muestra las mejoras introducidas que pretenden marcar diferencias con el resto de competidores.
Una de las claves en este aspecto diferenciador ha sido el ahorro de peso en todo el conjunto, restando kilogramos en cada detalle del vehículo: carrocería, chasis, materiales de interior, propulsores, etc. Pequeñas mejoras en todos los aspectos que han conseguido ofrecer un ahorro total de hasta 80 Kg en comparación con la generación A3 que nos abandona. Un diseño optimizado que centra todas sus mejoras en el uso de la plataforma modulable MQB, unas siglas que marcarán el futuro de la marca.
Con anterioridad ya hemos hablado largo y tendido de lo que supone, y supondrá, el empleo de una única plataforma modulable para la práctica totalidad de la gama. Encabezando una importante reducción de costes, el ahorro de peso y la optimización del espacio son aspectos fundamentales dentro de este concepto de construcción. Empezando con el Audi A3, los futuros lanzamientos dentro del Grupo Volkswagen compartirán esta misma plataforma salvo determinadas excepciones.
El Aluminio está presente ahora en más apartados que nunca, si bien el chasis continúa empleando el Acero en diferentes aleaciones según la resistencia necesaria, la carrocería hace gala de diferentes piezas que consiguen contener su peso con el empleo del Aluminio. El uso de este material en aletas delanteras, capó, cabina y paneles laterales arrojan un ahorro final de más de 34 Kg, una reducción que cifra el peso total del Audi A3 con motor TFSI de 122 CV en 1.175 Kg.
Pero una vez mejorada la estructura, ahora toca redifinir a fondo el abanico de propulsores que pretenden llevar al nuevo Audi A3 a la cabeza del segmento en reducción de consumos y emisiones. Para ello, nada mejor que introducir toda una nueva generación de propulsores de riguroso estreno, tanto en gasolina como en diésel. Las mecánicas TFSI elevarán su eficiencia, partirán desde los 5,2 l/100 Km, gracias a la desconexión de cilindros, la inyección directa estratificada, la sobrealimentación y un meticuloso rediseño focalizado en disminuir la fricción interna (-20%) y optimizar el comportamiento térmico.
Sin embargo, el grueso de novedades se centrarán en el estreno de las mecánicas TDI. Motores que desplazarán 1.968 cc (2.0 TDI), y que ofrecerán potencias de 150 CV y 180 CV. Su consumo partirá desde los 4,1 l/100 Km y las emisiones quedarán fijadas en 106 gramos de CO2 por Kilómetro recorrido. Mas adelante la gama se complementará con mecánicas 1.6 TDI, 1.4 TCNG (gas natural) y la esperada variante de propulsión eléctrica. Si bien a primera vista este nuevo A3 podría parecer más de lo mismo, Audi ha dotado al compacto de las últimas soluciones disponibles en el mercado para cada componente.
Fuente: Audi
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