Es sorprendente el camino recorrido por el hombre en la evolución del automóvil. Quién pensaría hace unos años que existiría el boom actual que hay en nuestros días respecto a los vehículos híbridos, y menos con los coches eléctricos. Aún hay que perfeccionar sistemas, autonomías, zonas de carga, etc. pero lo que está claro es que es un camino que ya nadie podrá parar.
Entre las energías alternativas al alza están los vehículos híbridos, los eléctricos y en menor medida los alimentados a gas, pero lo que por ahora parece que es un mundo completamente desconocido en fase experimental son los coches eólicos, aquellos que podrían llegar a funcionar gracias a la energía que puede proporcionarnos un molino eólico. Ya existen prototipos que demuestran su funcionamiento. ¿Podríamos estar ante el combustible inagotable?
Energía eólica, cómo funciona
Hablar de energía eólica es trasladarse en el tiempo y volver al período en que los molinos, con sus grandes aspas, podían girar gracias a la fuerza motriz del viento, moviendo un sistema interior que podía utilizarse para moler grano, trigo, etc. Hablamos de una energía limpia y sencilla que el hombre ha utilizado a lo largo del tiempo para su particular uso y progreso, el cual creo personalmente que se debe gracias a inventos como el citado molino, por mencionar un ejemplo tan sólo.
Aún así, esta tecnología ha quedado en un segundo plano respecto a otras en lo que aplicaciones motrices automovilísticas se refiere, en un principio de desarrollo más complejo como lo podría ser la energía solar mediante el uso de paneles fotovoltaícos o la energía eléctrica, siempre condicionada por el uso de pesadas baterías para poder disponer de cierta autonomía. Es algo extraño pensar que con el tiempo que el hombre ha dedicado a desarrollar y perfeccionar sistemas, no haya hecho lo mismo con la energía eólica.
Actualmente el principal uso y manera de aprovechar este tipo de energía ilimitada viene dado en los ya típicos molinos aerogeneradores, muy habituales en zonas del interior de España en donde sopla el viento de manera constante. Su funcionamiento es muy sencillo, en su interior existe un generador acoplado al eje de las hélices y éstas, mediante el movimiento producido por el viento, convierten la energía mecánica resultante en energía eléctrica que puede ser almacenada.
Lo que ya no es tan habitual es encontrar prototipos de vehículos en los que el viento sea su principal combustible. Hablamos de vehículos movidos por hélices o aspas como si de un aerogenerador portátil se tratase, dejando de lado todos los otros medios de transporte movidos por cometas o similares dispositivos. Realmente ¿podría funcionar un automóvil con energía eólica?
El viento como energía motriz
Existen prototipos que parece que si llegan a funcionar mediante el uso de turbinas movidas por la energía eólica, pero de una manera experimental y en determinadas condiciones especiales. Uno de ellos es el llamado WinD TUrbine Racer, realizado por un grupo de ingenieros de varias nacionalidades, de entre ellos algunos investigadores españoles, que contribuyeron al funcionamiento de este proyecto.
En el vídeo podemos ver que no estamos ante un vehículo que disponga de unas características técnicas asombrosas, aún así, que las apariencias no os engañen, ya que este prototipo logró batir un record mundíal en su última edición del año pasado en estas peculiares carreras, logrando una velocidad de unos 6’82 metros por segundo frente a una velocidad del viento de 9’14 metros por segundo en contra.
Camino del autoabastecimiento energético
Por ahora lo único claro que podemos ver en este tipo de vehículos es la información que nos pueden ofrecer en este tipo de eventos para sus posibles usos en un futuro en lo que movilidad se refiere, aplicaciones, posibles sistemas auxiliares, etc. Recordemos que para poder desarrollar cualquier tipo de tecnología que funcione de manera fiable y eficaz, antes se necesita de un arduo proceso de ensayos, pruebas y errores.
Quizás la energía eólica no pueda llegar a abastecer la demanda energética de un automóvil tal y como lo concebimos, ya que para poder mover el vehículo, el mismo sistema consume más energía de la producida, debido a su resistencia aerodinámica, haciéndolo a todos modos insuficiente. Si bien este tipo de energía como tal en un automóvil no es posible, bien podría servir como aerogenerador particular para abastecer energéticamente a coches eléctricos, reduciendo de una manera muy importante nuestro consumo eléctrico en el hogar, por ejemplo, combinándolo con otros sistemas, como el solar, mediante placas fotovoltáicas dispuestas en nuestro hogar.
Tenemos a nuestro alcance la tecnología, fuentes de energía ilimitada como lo son la eólica o solar, sistemas que permitirían perfectamente abastecernos sin renunciar a ninguna comodidad, pero todavía no llevamos a cabo el cambio necesario para poder dejar de lado el crudo definitivamente. Es en este punto cuando pienso un instante y reflexiono, ¿crees que con toda la tecnología de la que disponemos actualmente podríamos llegar a ser de alguna manera autosuficientes y autoabastecer nuestras necesidades energéticas?
Fotografía: TobiasKlaus
Fuente: Autolibre.es | Windturbineracer | Aviaciondigitalglobal | Windenergyevents2011 | Commons.wikimedia
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