Combustión espontánea… un mal que ha afectado durante mucho tiempo a algunos de los superdeportivos más afamados del mundo. Un mal que parece que además de a los superdeportivos movidos por gasolina también afecta ya a algún que otro modelo eléctrico e híbrido ¿El último en dejarnos con una parrilla automovilística? El Fisker Karma.
Mientras vivíamos el culebrón de las baterías del Chevrolet Volt, solucionado por parte de la NHTS con un eficaz “el riesgo de incendio no es mayor que en otros coches”, Fisker vivía su propia experiencia con el fuego, llamadas a revisión y sustituciones de baterías de su berlina deportiva. Ahora, un Fisker Karma parece haber decidido inmolarse en el interior de un garaje o por lo menos convertirse en el origen del fuego a pesar de que todavía el caso está bajo investigación.
Tras un incendio producido en un garaje de Texas, el investigador jefe de bomberos de la zona ha declarado que el incendio tuvo como origen al Fisker Karma, pero a pesar de tener presente dónde se ha originado, la causa todavía no está clara. El propietario ha declarado que simplemente estacionó el coche en su garaje, no lo enchufó a la corriente apra recargar sus baterías y al poco tiempo comenzó a arder.
Un incendio que se ha saldado sin heridos, por lo menos de carne y hueso, pero que ha acabado con un Fisker Karma totalmente nuevo, apenas tenía 60 días, totalmente calcinado, como atestiguan las imágenes del coche y del garaje, donde también se encontraba un SUV de Mercedes y todo un Acura NSX.
Con el proceso de investigación abierto, Fisker ha emitido un comunicado en el que se apoya en la falta de resolución todavía de este caso e incluso que podría haber algún tipo de fraude con las aseguradoras e incluso que el origen podría deberse al cuadro eléctrico situado en el garaje y no al coche recién aparcado que en palabras del propietario, olía a goma quemada cuando lo aparcó.
Un caso todavía por resolver, pero que no hace más que echar “leña al fuego” sobre el caso del peligro de incendio en el Karma producido por un fallo en el sistema de refrigeración a través del cual el sistema perdería refrigerante pudiendo llegar a causar un cortocircuito. Fisker ya ha solucionado este problema en una llamada a revisión de 239 unidades y se ha solucionado en toda la producción de 2011. Quizá en este caso el fuego llegase por otro motivo.
Fuente: Autoweek
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