Las cajas de cambio están revolucionando el aspecto más técnico de la automoción, son muchas las opciones que podemos encontrar en cualquier fabricante actual. Pero un elemento común en dicha revolución, es el hecho de que toda esta mejora continua habla de cambios automáticos en mayor o menor grado, pero automáticos al fin y al cabo. El cambio manual parece estar destinado a desaparecer, sin embargo Porsche quiere seguir ofreciendo esta modalidad, e incorporar una séptima relación ha sido la excusa perfecta para marcar diferencias.
Para ser estrictamente correctos, aunque Porsche es la firma que instalará este cambio manual en los modelos 911 Carrera y 911 Carrera S, ZF es el verdadero artífice de dicha transmisión. Un cambio manual cuyos orígenes radican en la mismísima caja PDK, con doble embrague, accionamiento automático e idéntico número de relaciones. Las modificaciones recibidas han sido mínimas dado el concepto del sistema PDK, aunque suficientes para permitir al clásico cambio en H seguir reclamando su papel protagonista al hablar de deportivos.
Deportividad y eficiencia: difícil pero posible
Conociendo los compromisos que se pretenden instaurar en eficiencia, el cambio automático es una herramienta de amplias posibilidades y con un futuro que lo convertirá en la opción predominante, incluso en Europa. Entonces, ¿Qué impulsa a Porsche a dar cabida a una caja de cambios manual con hasta 7 relaciones?
La respuesta no es otra que la deportividad bien entendida, pero sin olvidar el citado compromiso con la eficiencia. Para los más puristas, amplia mayoría entre los fans de la marca de Stuttgart, existen conceptos que definen la leyenda 911 de manera similar a su diseño atemporal: tracción trasera, motor bóxer colgado por detrás del eje trasero y un cambio manual preciso, rápido y sin saltos entre inserciones.
Así es como ZF se puso manos a la obra para cumplir con los requerimientos de Porsche. Son las relaciones 3 y 7 las que han sufrido variaciones respecto a la caja PDK original, en concreto hablamos de una tercera relación más larga (1.55 vs 1.65) y una séptima acortada en la nueva configuración manual (0.71 vs 0.62). La velocidad máxima se consigue en sexta, mientras que las modificaciones, el menor peso del cambio manual y la adopción del sistema Star/Stop consiguen elevar la eficiencia de manera perceptible.
Su base de partida, la caja PDK, se revela como una mejor alternativa
Entre las modificaciones sufridas, la inclusión de la tecnología Start/Stop se convierte en una primicia en la gama Porsche, haciendo de esta versión manual la primera en incorporar este sistema. Además, ZF ha rediseñado el accionamiento de las relaciones, haciendo imposible la inserción de la séptima velocidad si ésta no se realiza desde quinta o sexta marcha.
Parecen justificadas las expectativas que se han depositado en esta caja de cambios al más puro estilo sport classic. Aún así los datos son tajantes: reducción de peso en 20 Kg frente al cambio PDK, aumento del consumo medio en 0,8 l/100 Km en la versión manual, 0,2s más lento que el cambio de doble embrague para efectuar el 0-100 Km/h y una punta superior si escogemos la caja sin automatismos (+ 2 Km/h). En definitiva parece más que evidente que hablamos de un guiño a las tradiciones más arraigadas, pero irremediablemente, la opción PDK representa un significativo y necesario paso adelante.
Las cifras reflejan que el peso extra del cambio PDK es la única pega que se le puede achacar al cambio si nos ceñimos a valores absolutos, aún así su consumo es inferior. Con la caja de cambios manual, los 911 se vuelven más gastones y más lentos, tanto más si despreciamos el paquete Sport Chrono Plus. De este modo, solo nos queda alabar el esfuerzo de Porsche por mantenerse fiel a ciertos aspectos inherentes a lo deportivo, pero de un modo u otro, parece que el cambio manual puede tener los días contados en este tipo de vehículos.
Fuente: Porsche
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