El próximo 30 de mayo comienza el periodo de etiquetado voluntario de neumáticos según la nueva normativa europea. Es a partir de esa fecha cuando los diferentes fabricantes podrán empezar a lucir sus calificaciones con la nueva identificación asociada a cada una de sus gamas y medidas. A partir del 1 de noviembre de este mismo año, la nueva etiqueta homologada será obligatoria.
Puesto que la opción de etiquetar es un «sí o sí» no hay ninguna razón para esperar al último momento y las marcas se afanan ya en poner a prueba sus diferentes gamas para lucir, desde el primer momento legalmente posible, las nuevas etiquetas cuya misión es hacer más fácil y objetiva la compra de neumáticos para el cliente final. En el caso de Dunlop, las pruebas ya han terminado y todo está ya listo para la adaptación inmediata a la nueva normativa.
Tal como decíamos en un reciente artículo sobre el nuevo etiquetado de neumáticos, se trata de objetivar una valoración imparcial en tres de los principales aspectos que caracterizan las prestaciones de una cubierta; a saber: consumo de carburante, seguridad y ruido ambiental.
El consumo de carburante se medirá en función del coeficiente de resistencia a la rodadura, que viene a ser la fuerza en sentido contrario al de rotación que genera el neumático al girar sobre el asfalto. La seguridad se medirá por la distancia de frenado sobre suelo mojado y el ruido ambiental se mostrará con su valor en decibelios para posicionar el neumático en una escala de tres tramos posibles (simbolizada con tres ondas sonoras).
Es evidente que otros aspectos muy relevantes, como la duración, quedan fuera de la etiqueta, pero no es menos cierto que ésta representa un importante avance con respecto a la situación anterior, en la que cada cual basaba su compra de gomas en distintas mitologías combinadas con la persuasión del vendedor de turno. Cualquier cosa menos un parámetro objetivo al que agarrarse.
Según Dunlop, su desarrollo de neumáticos se basa en 50 parámetros, no solo en tres, y sospecho que este debe de ser el caso para la mayoría de fabricantes. Podría esperarse, por tanto, que el nuevo etiquetado sufra actualizaciones después de su puesta en funcionamiento, que vayan recogiendo otros factores a tener en cuenta, diferentes de los tres mencionados. Dicho esto, también es verdad que se trata de simplificar la vida al usuario y una etiqueta con muchos parámetros podría llegar a confundir, con lo que tampoco cabría su expansión a más de cuatro o cinco características que la mantengan en el terreno de lo inteligible para el común de los mortales.
En cualquier caso, todo parece preparado para empezar a ver ya el mes que viene los primeros neumáticos etiquetados con la nueva homologación y todo indica que el período de adaptación real va a acortarse mucho con respecto al máximo legal.
Ya era hora, por otra parte.
Fuente: Dunlop
En Tecmovia: ¿En qué consiste el nuevo Etiquetado de Neumáticos? | Presente y futuro de los neumáticos [estado de la tecnología del automóvil]