El Toyota Prius C es la versión pequeña y económica del Toyota Prius para el mercado americano, aunque en realidad está basado en un Yaris híbrido con el nombre de su hermano mayor. En un reciente análisis de Consumer Reports, programa bien conocido por llamar a las cosas por su nombre, el Prius C pasa por ser un coche bastante rácano y sustancialmente mejorable en muchos aspectos.
Una vez destacada su increíble economía de uso, el vehículo es calificado como lento, ruidoso, incómodo, poco espacioso, mal acabado… tal vez lo más llamativo del análisis es que, como conclusión final, recomiendan invertir ese mismo dinero en un Prius estándar de segunda mano. En una inmediata y directa respuesta a este análisis de CR, el blog Cars.com defiende a ultranza el mismo modelo, calificándolo como excelente. Entonces, ¿en qué quedamos?
Comenzando por la crítica de Consumer Reports, el hermano menor del Prius queda literalmente a la altura del betún. Salvando las increíbles cifras de consumo, lo definen como cutre hasta el extremo, con ahorros evidentes en materiales, diseño, acabados e insonorización. Su escasa potencia lo convierte en un coche lento y su dirección anestesiada elimina cualquier placer de conducción. La suspensión es incómoda y dura en exceso, al tiempo que la visibilidad trasera resulta muy limitada.
En definitiva, el Prius C tiene una única misión, que es ofrecer la mejor economía de consumo imaginable al mínimo precio posible. Para ello, Toyota ha extirpado todo lo prescindible al paciente (vesícula, amígdalas, apéndice…) y nos ha dejado con su archiconocida planta motriz Synergy-Drive en versión reducida a 100 CV totales, acoplada a una batería también recortada con respecto al Prius estándar, todo ello con un precio base inferior a los 20.000$ en EE.UU. (menos 16.000€).
Una vez dicho esto, llega Cars.com y se descuelga con una respuesta directa a la mencionada crítica, poniendo al modelo por las nubes y diciendo esencialmente todo lo contrario sobre el mismo coche. No se conforman con una defensa a ultranza de cada uno de los aspectos criticados en CR sino que, además, anteponen el Prius C al modelo normal, en un afán indisimulado de hacer sangre con la crítica.
Obviando el lamentable enfrentamiento directo entre blogs, como posibles clientes, ¿con qué nos quedamos?
La primera vez que vi el interior del nuevo Toyota Prius C, lo que más llamó mi atención fue la cutrez del salpicadero. La mezcla de planos, colores y materiales me pareció impropia de un vehículo tan tecnológico como este. A partir de ahí, mi sensación es que se trata de un coche diseñado y construido para ofrecer una planta motriz híbrida (cara) al menor precio posible… y esa es la clave del asunto, posiblemente.
Entendiendo el coche como el híbrido más barato que se puede comprar en 2012 en los mercados donde está disponible, es de suponer que habrá que hacer renuncias, especialmente en acabados y materiales, aunque no en fiabilidad ni en seguridad. Una vez identificada la filosofía del modelo y sabiendo lo que estamos comprando (sucede con muchos otros coches), tal vez no tenga mucho sentido para algunos compradores, pero tiene su sentido y su lugar en el mercado.
Se están vendiendo como rosquillas, pero ese salpicadero creo que no tiene disculpa.
Fuente: Carscoop | Cars.com | Autobloggreen
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