Acaba de hacerse pública la salvación de Saab en manos de National Electric Vehicle Sweden AB (NEVS), un consorcio que aunque de primera mano nos pueda sonar a que la marca seguirá siendo sueca como hasta ahora, nada más lejos de la realidad. Sociedades y empresas chinas y japonesas marcarán la hoja de ruta del fabricante de Trollhattan y se ha confirmado que su futuro será eléctrico empleando tecnología eléctrica japonesa de vanguardia. Sea lo que sea que quiere decir, parece que la idea podría pintar bastante bien en un principio.
Entre los entresijos del acuerdo se ha conocido que el Saab 9-3 volverá a la vida, pero no como un modelo nuevo por completo, sino que tendremos que asistir a la llegada de un modelo revisado de l actual 9-3, o un modelo diferenciado pero que comparta una amplia gama de elementos con éste. Por el camino se han dejado acuerdos y derechos sobre el resto de modelos de la marca, por lo que todo apunta a un primer despegue sobre la berlina premium para ubicar un nuevo catálogo.
Las ventas de este «nuevo» modelo pretenden dar comienzo a principios de 2014, y su principal mercado será el chino. Aún así se pretende ofrecer un vehículo global y disponible en todos los mercados: EE.UU., Europa, Asia… por lo que podríamos disfrutar dentro de escaso año y medio del resurgimiento de Saab en pos de fomentar la movilidad eléctrica. Es justo admitir que la llegada de Saab como eléctrica no será como firma pionera en el mercado, aún así podría convertirse en una marca de importante repercusión en este tipo de propulsión si su apuesta es firme.
Como ya hemos apuntado, por el camino han quedado licencias y derechos que Saab compartía en su etapa anterior con General Motors, negada desde el principio a vender Saab a fabricante chinos. Por este motivo se desconocen qué ha pasado con todos los frentes que estaba llevando a cabo la marca sueca antes de su bancarrota. El resurgimiento de modelos como el 9-1, el prototipo Phoenix y su propio desarrollo de propulsión eléctrica denominado E-Power estarían entre los proyectos más interesantes, pero parecen descartarse tras conocer que la tecnología eléctrica podría venir cedida o licenciada desde Japón.
Por el momento, la información que se ha hecho pública solo habla de buenas noticias, y por ahora es todo cuanto se sabe en lo concerniente al futuro del fabricante. La apuesta parece arriesgada, aunque por contra me atrevo a decir que no existe mejor momento para arriesgar que el instante donde la necesidad apremia y los posibles clientes comienzan a conocer de la existencia de la alternativa eléctrica. Tan solo podemos decir que bienvenida sea Saab y su futuro como fabricante de vehículos eléctricos.
Fuente: Automotive News
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