Hace escasos meses Toyota sorprendía al mundo anunciando la colaboración con BMW que le permitiría instalar los propulsores diésel de la alemana en sus vehículos made in Japan. Un movimiento atípico en la industria japonesa, pero respaldado por una necesidad urgente de transformar el mercado y la oferta disponible a pasos agigantados para seguir siendo competitivos. Este acuerdo dejaba en el aire un posible Lexus movido por gasóleo, pero finalmente se confirmó que este hecho jamás llegaría a producirse.
Transcurrido cierto tiempo desde esta afirmación, volvieron a saltar rumores que ubicaban un propulsor diésel en el vano de algún modelo de Lexus, los motivos respondían a un auge en la competencia híbrida procedente del restos de marcas premium, y una mejora notable de las opciones diésel dentro de los catálogos de sus principales rivales. El colmo de esta situación llegaría con la conjunción en un solo vehículo de un sistema híbrido unido a un propulsor diésel, el Mercedes Clase E BlueTEC HYBRID con tan solo 4,2 l/100 Km.
Con este panorama parece que Lexus ha tenido que incentivar sus desarrollos para seguir siendo la marca premium referente en propulsión híbrida, las firmas alemanas llegan bastante tarde, pero están llegando y parece que pretenden hacer su presentación con bastantes argumentos. Esta idea de mantener la filosofía híbrida pasará por un nuevo sistema híbrido de menor escala que pueda competir en la misma liga que los motores turbodiésel de entre 140 y 180 CV. BMW Serie 5, Mercedes Clase E y Audi A6 serán los objetivos en sus respectivas versiones de bajas emisiones.
Lexus afirma que está trabajando para el desarrollo y evolución de sistemas que permitan reducir drásticamente las emisiones de CO2. Siendo en este apartado donde se ha abierto una ventana al diseño de una nueva plataforma híbrida, lo suficientemente capaz de luchar con estas versiones de gasóleo optimizadas. Lo más que se sabe sobre esta nueva opción es que establecerá un punto intermedio entre el diseño instalado en el Lexus CT 200h y el Lexus GS 450h, a todas luces parece que hablaremos de un conjunto de motor de cuatro cilindros y un único propulsor eléctrico.
El Salón del Automóvil de París podría ser el escenario escogido para presentar este Lexus anti-diésel. Un escenario que serviría para conocer de primera mano la reacción del que sería su primer mercado de ventas, y a su vez el escenario mas duro para llevarse a casa un trozo del jugoso pastel. La llegada bajo la carrocería del IS queda descartada salvo sorpresa de última hora, todas las informaciones siguen apuntando al GS para rivalizar en el segmento E de berlinas premium.
Fuente: WCF
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