Según EuroNCAP un sistema relativamente sencillo y asequible como la frenada de emergencia automática podría reducir los accidentes hasta en un 27%, lo cual parece una razón de peso como para conminar a los fabricantes a introducirlo de serie en todos sus modelos. Pero lo cierto es que de momento tan sólo algunas marcas han apostado por ello y en general es un sistema sobre todo popular en vehículos de gama alta, aunque su beneficio es mayor en vehículos destinados a la conducción urbana como pequeños utilitarios y compactos.
El funcionamiento básico del sistema de frenada de emergencia automática no es demasiado complejo. Un rádar detecta la presencia de obstáculos que nos precedan en la carretera y en centésimas de segundo es capaz de analizar si con la velocidad a la que nos movemos y la distancia del obstáculo la colisión es inminente. En tal caso y antes de que el conductor haya sido capaz incluso de reaccionar, acciona el freno automáticamente para evitar el accidente. Este sistema suele funcionar únicamente a baja velocidad, por cuestiones de seguridad y por que es especialmente efectivo en el ámbito urbano.
También existen sistemas de pre-alerta que, si bien es cierto no accionan automáticamente los frenos, activan todos los sistemas de seguridad y preparan el equipo de frenado para que en el momento mismo en que el conductor pise el pedal se aplique la máxima fuerza de frenado para detener el vehículo con la máxima efectividad posible.
EuroNCAP, el organismo encargado de la seguridad de los automóviles comercializados en Europa y la calificación de estrellas que se aplica en estos, cree conveniente apostar por este tipo de sistemas. Para ello anuncia que a partir de 2014 pretenden reformar su sistema de calificaciones para que los dispositivos de frenada de emergencia automática puntúen directamente incentivando a aquellos vehículos que lo equipen de serie.
Fuente: EuroNCAP
Fotografías: EuroNCAP | Audi
En Tecmovia: ¿Cual es el coche que posee el mejor sistema de frenado automático? | Pienso, luego freno: detener el coche con la mente podría dejar de ser una utopía
