La superioridad mostrada el pasado fin de semana por Audi y Toyota con sus respectivos LMP1 híbridos ha dejado un dulce sabor en la competición de resistencia. Pese a hablar de una primera carrera marcada por diversas limitaciones en sus verdaderas posibilidades, el ritmo mostrado ha dejado patente que el futuro pasa necesariamente por la hibridación de las categorías. 2014 verá la llegada de un nuevo reglamento comprometido con la eficiencia y con la verdadera muestra de soluciones que puedan ser aplicadas al automóvil cotidiano.
Tanto ACO como FIA han desgranado los requisitos que deberán cumplir los prototipos inscritos para las Le Mans Series a partir de 2014. Entre las ideas más destacadas encontramos la obligatoriedad de homologar un sistema híbrido desde el comienzo de la competición para LMP1, anulando cualquier posibilidad de evolución durante el resto de la temporada. Las restricciones en propulsores desaparecerán de manera literal, por lo que las sorpresas por parte de los fabricantes pueden ser muchas y de importante calado. Con este objetivo se pretende acercar las carreras de las Le Mans Series a su verdadera filosofía inicial, el concepto de laboratorio donde experimentar para evolucionar el automóvil de calle.
Además de la lógica hibridación visto lo visto, el aspecto más importante pasará por el objetivo marcado por los organizadores de reducir el consumo de combustible en un 30%. Para ello se eliminarán todas las restricciones que existen en cuanto a cilindradas, bridas en admisión y presiones de sobrealimentación, para encontrar una solución común que verdaderamente suponga un reto para los fabricantes. La herramienta que se empleará a partir de 2014 será un medidor de consumo para los prototipos, siendo permitido un máximo de 3,99 litros por vuelta en mecánicas diésel y 4,95 litros por vuelta en motores gasolina.
Además estas mejoras en el reglamento afectarán de igual forma a los sistemas híbridos, permitiendo una mayor capacidad de recuperación de los sistemas de frenada regenerativa. El actual límite impuesto este mismo año establece un máximo de 500 Kj, siendo solo posible en diversas zonas delimitadas en el circuito. A partir de 2014 la capacidad de recuperación alcanzará un máximo de 8.000 Kj, haciendo mucho más protagonista al propulsor eléctrico para maximizar el ahorro y la oferta de prestaciones.
El peso también será un nuevo elemento que se retocará con la llegada del nuevo reglamento. En este caso se reducirá el peso obligatorio hasta los 830 Kg para los modelos no híbridos (amateurs), llegando hasta los 850 Kg para los que equipen sistemas híbridos (oficiales). Y en este aspecto habrá que destacar el desafío propuesto por las nuevas reglas ya que, según se especifica de manera clara, quedará prohibido el uso de materiales exóticos que no encuentren aplicación viable en los automóviles fuera de circuito.
A priori parece que hablamos de un reglamento que mejorará ampliamente el ya de por sí espectáculo que son las carreras de las Le Mans Series. Su claro objetivo en busca de una mejora rotunda de la eficiencia y su acercamiento hacia el automóvil corriente pondrá más difícil la conquista de carreras como las 24 horas de Le Mans. Marcas como Porsche ya han confirmado su regreso bajo el amparo de este nuevo reglamento, por lo que puede que veamos a mas firmas volver a un laboratorio que trasncurre entre rectas infinitas y curvas enlazadas.
Fuente: AutoblogGreen
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