Quién podría haber pensado años atrás que los motores de combustión podrían llegar a rebajar sus emisiones de CO2 como se está haciendo en la actualidad. La sociedad es consciente por fín del riesgo no sólo para el Medio Ambiente o el planeta, sino también para nuestro propio organismo debido a la cantidad de emisiones dañinas que los vehículos emiten y respiramos día a día. Podríamos hablar así de graves casos de contaminación, por ejemplo México D.F, Pekín o sin ir más lejos Madrid o cualquier gran urbe actual.
Existen sin embargo, para alivio nuestro, nuevas normas más estrictas que se han ido introduciendo a los fabricantes de automóviles nuevos, todas ellas propuestas por la Comisión Europea. De manera paulatina con las normas Euro se ha ido disminuyendo las emisiones de CO2 emitidas por los vehículos nuevos, un factor no sólo beneficioso para nuestra salud sino también para nuestro bolsillo, aunque en principio no lo parezca.
Un futuro más limpio
Estas nuevas propuestas de la Comisión Europea pretenden encontrar en justo equilibrio entre el coste y las emisiones a rebajar. Recordemos que es sumamente complicado emitir menos emisiones de CO2 sin aumentar de manera elevada el coste final del vehículo. Jean-Marc Gales, jefe de los proveedores europeos de componentes de automóviles de la asociación de CLEPA, así lo declaraba «Creemos que el objetivo de 95 gramos de CO2 por kilómetro se puede llegar con las tecnologías disponibles para el año 2020, igual que los 147 gramos (para furgonetas) es bastante factible»
Este tipo de limitación de emisiones para el año 2020 de 95 gramos de CO2 por kilómetro, supondría un sobrecoste de alrededor de 1000 euros más al precio de un coche nuevo, aunque sería rápidamente amortizado a través del ahorro en el consumo de combustible. Para el conductor medio, el ahorro de combustible sería de alrededor de 500 euros al año, basado ello en una distancia de unos 20000 km por año y un coste de combustible de 1,4 euros por litro, según datos citado por funcionarios de la Comisión.
Encontrando el punto de equilibrio, sostenibilidad Vs economía
Los defensores del Medio Ambiente sin embargo, aún apoyando estas medidas de restricciones de CO2, defienden que este valor disminuya hasta el de unos 80 gramos por kilómetro, algo que aunque en la actualidad es completamente factible, haría que el coste total del vehículo fuera demasiado caro por ahora. Según Jean-Marc Gales, 95 gramos de CO2 por kilómetro es el nivel más óptimo para conseguir un coste final contenido y su posterior amortización por los consumidores durante un par de años.
La Comisión Europea tiene previsto publicar el próximo mes una propuesta para hacer que sea de obligado cumplimiento dicho objetivo para el 2020, reduciendo así las emisiones de CO2 a un promedio de 95 gramos por kilómetro, en comparación con la actual media de emisiones de unos 130 gramos por kilómetro. También se espera de igual manera que proponga la aplicación para el año 2020 de disminuir el valor de emisiones de CO2 a 147 gramos por kilómetro para las furgonetas.
Con estas nuevas restricciones de emisiones contaminantes en la fabricación de automóviles, el cliente final verá cómo el precio del coste del vehículo aumenta. Aún así no todo serían malas noticias, ya que según investigaciones realizadas, se ha demostrado que la implantación de estas nuevas tecnologías crearía empleos de alto nivel, como ingenieros para el desarrollo e investigación para poder reducir las emisiones en los valores necesarios.
Algunos representantes de la industria, sin embargo, han declarado que unas normas más estrictas serían extremadamente difíciles para una industria en la UE, que lucha contra la desaceleración económica y el exceso de stock. Algo completamente opuesto sucedería en EE.UU. que crearía 603000 nuevos puestos de trabajo netos para el año 2030, de los cuales 54000 estarían en el sector del automóvil.
Por el momento, se estima necesario invertir unos 15 millones de euros en investigación y desarrollo, que es aproximadamente un 5 por ciento del volumen de negocio, algo realmente complicado tal y cómo se encuentra la situación actual para los fabricantes de automóviles, que cada día lo tiene más complicado debido al parón que sufren por la actual crisis.
Parece que estemos en un bucle complicado de salir, ya que se necesita invertir una cantidad total de dinero elevada en la industria del automóvil, en unos momentos de horas bajas en el que cada día se observa el aumento de ventas de vehículos de segunda mano, una clara tendencia al estancamiento y disminución de las ventas de vehículos nuevos, y un nivel adquisitivo medio que hace que tengamos que ajustar el presupuesto en el mejor de los casos. ¿Sería una mejora el aumento de restricciones o por el contrario terminaría de estancar las ventas debido al sobreprecio final?
Fotografía: Servus
Fuente: europe.autonews
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