El que hablemos de BMW de manera reiterada en los últimos tiempos no es fruto de la casualidad o un especial interés en el fabricante alemán. La firma ha sabido posicionarse de manera muy ventajosa para la actual revolución que estamos conociendo, tan bien de hecho, que sus acuerdos salpican a diferentes grupos y hasta comparte proyectos similares con marcas que investigan distintos tipos de aplicaciones. PSA y Toyota son los actuales aliados en el plano híbrido, pero parece que el acuerdo con PSA podría estar sufriendo una situación de reestructuración.
Las razones que podrían motivar esta situación de reestructuración del acuerdo estarían relacionados con un tercer fabricante en discordia, General Motors para ser más exactos. Puegeot y Citroën firmaron un acuerdo con el grupo norteamericano para favorecer las sinergias entre constructores y compartir componentes y plataformas para el mayor abaratamiento de los costes. Esta idea parece no contentar a BMW, ya que de un modo u otro entiende que el desarrollo conjunto que está realizando con PSA está siendo afectado por la llegada de General Motors.
Al convertirse el grupo norteamericano en el segundo mayor accionista de PSA, con una posesión del 7%, BMW explica que la situación financiera del grupo francés no pasa por su mejor momento, de hecho expresa de manera pública cierto temor en como esta entrada del nuevo socio puede afectar a la alianza que se estableció en un primer momento. De un modo u otro parece que el enemigo para BMW no es otro que el grupo norteamericano con su entrada en escena y su probable beneficio colateral del acuerdo entre PSA y BMW.
Así parece entenderse que la idea actual de BMW pasa por la compra de la participación de PSA, o por la búsqueda de un mejor postor para el proyecto que sea capaz de ocupar el hueco de los franceses. Por otro lado queda claro que el desarrollo de las tecnologías pretende seguir adelante sea cual sea el final del acuerdo, por lo que BMW quiere asegurarse que su inversión se traduzca en un proyecto real que recorra las carreteras más temprano que tarde. Mini y un nuevo acceso de gama de tracción delantera para BMW serán los beneficiados de este proyecto de desarrollo conjunto franco-alemán.
Este ir y venir de alianzas pone de manifiesto la situación tan crítica que está recorriendo la industria del automóvil. Como muchas voces vaticinan, muy probablemente veamos caer algún constructor más en esta carrera de fondo hacia la revolución de la movilidad. BMW está protagonizando importantes acuerdos para poder ofrecer en su gama un amplio abanico de posibilidades, siendo la tecnología híbrida una de los más importantes. Estaremos atentos para conocer el desarrollo final de este acuerdo.
Fuente: Reuters
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