Con las primeras unidades entregándose desde la semana pasada en los distribuidores norteamericanos, todo lo relacionado con el Tesla Model S se traduce en sinónimos de éxito. Las acciones de la compañía suben y disfrutan de una buena acogida en el mercado bursátil, los compradores empiezan a dejar caer información sobre los pormenores del vehículo y sigue siendo en sentido positivo. En definitiva hablamos de un éxito rotundo en el lanzamiento del Model S.
Pero ahora la compañía habla sobre uno de los asuntos más polémicos en relación al vehículo eléctrico en general, y a Tesla en particular, hablamos sobre su sistema de recarga exclusivo. Un sistema que según la propia compañía ha sido diseñado por pura necesidad tras evaluar que los sistemas y conectores disponibles son insuficientes para las necesidades de sus modelos. Algo que, aunque en un principio suene a prepotencia, resulta que es totalmente cierto. Ahora, en ese afán por demostrar que el Model S ha llegado para ser rey indiscutible entre los eléctricos, acaba de conocerse que en menos de un año habrá disponible un cargador capaz de recargar los 85 kWh de la batería con mayor capacidad en solo una hora.
La noticia tiene su aquel debido a los tiempos y sistemas de recarga que requiere el Model S. Un apartado que si en un vehículo eléctrico cotidiano, tipo Renault Fluence Z.E., ya tiene su distinción especial en polémicas y numerosos inconvenientes, en la berlina norteamericana se traslada a un asunto independiente de evaluación. Principalmente hablamos de que el hecho de recargar los 85 kWh en una toma convencional, 240 voltios y máximo de 24 Amperios, puede hacer que los supuestos 485 kilómetros máximos de autonomía necesiten de cerca de 17 horas de conexión… aunque, según versiones, tenemos acceso a sistemas de recarga más capaces que difícilmente bajarán de las 5 horas (240v y 80A).
Aquí es donde entra en escena el nuevo cargador que está desarrollando Tesla para ser lanzado en menos de un año. Un nuevo supercargador con una potencia que la marca cifra en 90 kW a una tensión nominal de 440 voltios, de este modo el Model S equipado con las baterías de 85 kWh sería capaz de restaurar el 100% de su autonomía en una única hora. El problema ahora pasaría por hablar de los precios de este nuevo sistema y de qué infraestructuras podrán soportar este cargador.
Tesla se jacta de que su socket de conexión está diseñado para soportar una potencia de hasta 100 kW, pero la importancia en este caso reside en cómo sus baterías serán capaces de asimilar este tipo de ciclos de recarga. Los 85 kWh que el Tesla Model S ofrece como tope de gama son una muestra de que las baterías pueden albergar más capacidad de la que el mercado ofrece en la actualidad, el verdadero problema reside en el precio de restaurar dicha capacidad. Un precio que habla de infraestructura, de vida de la batería y tiempo de conexión a partes iguales.
Fuente: AutoblogGreen
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