Tal y como ya comentó mi tocayo Jose Panadero, la Comisión Europea está incrementando la presión a los fabricantes de vehículos de combustión para conseguir reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y de esta forma, conseguir que las ciudades europeas sean día a día más limpias y saludables.
En el gran alboroto que estas decisiones generan, se hace público que las marcas alemanas están quejándose de que su competencia italiana y francesa, tienen que hacer menos esfuerzos para que las emisiones de sus vehículos cumplan la nueva normativa, por ser éstos, vehículos mucho menos pesados. De esta forma, los fabricantes alemanes rivalizan frente a los fabricantes italianos y franceses.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de Europa, fuerza a que en 2020 las emisiones de CO2 sean inferiores a los 95 g/km (equivalente a un consumo de 3,6 l/100km). Mientras que para 2015, en poco más de dos años y medio, ya hay un objetivo a cumplir, 130 g/km.
Con estos números sobre la mesa, los fabricantes alemanes como Volkswagen, BMW y Daimler están pidiendo que los cálculos de emisiones deberían estar hechos en función del peso del vehículo. Esto repercutiría en que las marcas alemanas, al fabricar vehículos más pesados, tendrían que hacer menos esfuerzos, mientras que marcas de vehículos más ligeros como Renault, PSA/Peugeot-Citroën y Fiat, tendrían que hacer más.
A todo esto, Sergio Marchionne, presidente de la asociación industrial ACEA (European Automobile Manufacturers’ Association) y Jefe Ejecutivo de Fiat, ha dicho que la ACEA ha sido incapaz de tomar una decisión unánime. Como dueño de Fiat, sin embargo, ha dicho que él ha apoyado la proposición de la Comisión y que enciende que los alemanes tengan un plan distinto, el cual espera que no tenga éxito.
La Comisión y la industria alemana, han basado los cálculos en el peso de los vehículos, han mantenido el peso como un parámetro para ofrecer coherencia reglamentaria. Sin embargo, los críticos dicen que hay argumentos para cambiar esto en el futuro, porque basar los cálculos en el peso de los vehículos da ventaja a los fabricantes de coches más pesados. Se supone que están pensados para poder conducirlos distancias más largas que los coches ligeros, y de ahí que el parámetro del peso no es la forma más eficiente de limitar las emisiones.
Para acabar, nos encontramos con que la EAA (European Aluminum Association), que obviamente tiene interés en la fabricación de coches más ligeros hechos de aluminio, ha dicho que «el potencial de los coches poco pesados ha sido desaprovechado» y que la Comisión debería usar como medida de referencia la superficie que hay entre las cuatro ruedas, en lugar del peso del vehículo.
Así pues, Bernard Gilmont, director de transporte de la EAA ha dicho que «un coche con siete asientos tendría que tener permitido emitir más que un coche biplaza«. «La forma con la que se van a realizar las regulaciones no estimula alcanzar el objetivo, que no es mas que reducir las emisiones de los vehículos.»
Foto: DucDigital | Viernest | madiko83
Fuente: Automotive News
En Tecmovia: 2020, Objetivo, menos emisiones de CO2