Con esta noticia hecha pública se da carpetazo a la relación franco-alemana, un divorcio que recordemos se ha precipitado con la llegada de General Motors al accionariado del Grupo PSA. Pese a los primeros rumores que dejaban sin paradero a la empresa creada de manera conjunta, BPC Electrification es su nombre, finalmente BMW comprará la participación francesa para seguir adelante con los proyectos que ya habían comenzado en esta joint venture.
Esta compra beneficiará a BMW ya que cubrirá sus frentes en materia híbrida de manera completa, por un lado contará con el respaldo y saber hacer de Toyota, y por otra lado podrá seguir desarrollando e investigando en los proyectos que BPC Electrification ya había comenzado. El precio y postura de la participación por parte de PSA se desconoce por el momento, aunque se sabe que los franceses no están del todo de acuerdo con la ruptura impuesta por BMW. De este modo parece que la situación económica y la bajada en las ventas será el único motivo por el que PSA finalmente ceda su parte y así se centre en otros apartados para reducir costes globales junto a General Motors.
Un posible daño colateral son las plantas que la empresa conjunta había estado utilizando para el desarrollo de sus proyectos, unas plantas cuyos empleados podrían estar sobre la cuerda floja. Esta situación es la que al parecer menos interés está protagonizando por ambas partes del acuerdo, como de costumbre lamentablemente, por un lado la desaparición de PSA rescindiría su obligación para con las trabajadores y al parecer BMW no tiene demasiadas intenciones de regularizar como plantilla propia el total de los trabajadores de la empresa.
Otro interrogante serían los avances que se habrían llevado a cabo, recordemos que la fecha prevista para la producción de los elementos desarrollados se fijó en 2015, una cuestión que no ha recibido ninguna respuesta salvo ciertos rumores que apuntan a que BMW siempre estuvo mucho más implicada que PSA en el proyecto, rumores al fin y al cabo si atendemos a la implicación híbrida de ambas marcas en estos momentos.
En definitiva, y salvo nuevo giro de las negociaciones, BMW será la mayor beneficiada de todo este cúmulo de acuerdos que de un modo u otro a protagonizado la marca alemana en pos de asegurarse su presencia en las propulsiones alternativas. La única nota discordante en este acuerdo va a parar a los empleados de esta empresa fruto del matrimonio, que como de costumbre vuelven a sufrir el daño de ser etiquetados como un simple efecto secundario.
Fuente: AutomotiveNews
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