Jamás podría cansarme de decir lo mismo una y otra vez, y es que son las administraciones públicas las primeras que deberían de dar ejemplo con este tipo de soluciones de movilidad alternativa. Sus posibilidades en infinidad de departamentos gubernamentales son casi infinitas, mientras que el ahorro y la imagen que ofrecen no tienen precio en estos momentos tan difíciles. Queda claro no todos los escenarios benefician a un vehículo eléctrico, pero labores de patrulla, control y asistencia bien podrían ser desempeñadas por una flota de eléctricos o híbridos cuanto menos.
Este ejemplo es el que ha querido impulsar la Policía de Portugal añadiendo a su flota 8 unidades del Nissan Leaf debidamente adaptadas para su nuevo cometido. El objetivo de la iniciativa no es otro que el de reducir el impacto ambiental que suponen este tipo de flotas ampliamente dependientes de los combustibles fósiles. Así, en una flota de 5.000 vehículos, la sustitución paulatina de éstos por nuevas variantes más eficientes podría ayudar mucho a mitigar la contaminación de los entornos urbanos, además de dar ejemplo y servir para recopilar información vital para el desarrollo de este tipo de propulsión
Como bien se puede sobreenteder, no todo se reduce a la adquisición de 8 unidades del Nissan Leaf para poder justificar que la sustitución es viable, se necesita un respaldo de infraestructura bastante importante y Portugal es un país que ha apostado abiertamente por la electrificación de sus carreteras. Ciudades como Lisboa albergan más de un centenar de puntos de recarga con acceso público, un extra que facilita mucho las cosas para aquellos que quieren pasarse a otro tipo de movilidad. Recordemos que el plan de nuestro país vecino es instalar puntos de recarga cuya máxima distancia entre postes no supere los 130 kilómetros como máximo.
Obviamente, y aunque contemos con una importante infraestructura a nuestras espaldas, el tiempo de recarga y la autonomía seguirán siendo condiciones muy influyentes en el uso de estos Leaf policiales. Por ello sus labores se centrarán en acciones de patrulla en exclusiva, una idea factible dado el grueso de actuaciones de los vehículos policiales.
El acuerdo entre Nissan y la policía de Portugal por ahora solo contempla este primer paso para la electrificación, aunque ciertamente se deja la puerta abierta para una mejora futura del parque móvil relacionada con iniciativas similares. Más allá de la noticia, que es meramente anecdótica teniendo en cuenta el grueso de 5.000 vehículo que tiene censados la flota policial, lo realmente importante reside en el ejemplo de ahorro e innovación para impulsar un movilidad mucho más eficiente que está recorriendo sus primeros pasos. Más allá del departamento policial, se me ocurren infinidad de cargos donde no se comprende la necesidad de tener que ir día sí, día también, a bordo de una berlina premium de más de cinco metros para recorrer apenas unos kilómetros como máximo.
Fuente: Nissan
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