Los avances tecnológicos en el mundo automovilístico son patentes, con nuevos modelos y sistemas alternativos a los tradicionales motores de combustión. El cambio de mentalidad se ha hecho patente en la mayoría de la población, que ha pasado de la cultura de la gasolina a la actual tendencia ecológica. Este tipo de cambio quizás en gran medida ha venido impuesto por las cada vez mayores restricciones y aumento de precios en los hidrocarburos junto con una concienciación ecológica cada vez mayor.
EE.UU. sin embargo, cuna de la cultura del automóvil, sigue siendo un caso aparte. El país que inventó la comida rápida y los drive-in sigue dependiendo del crudo y sus derivados, por muchas nuevas normas anticontaminación o de consumo que se vayan introduciendo. Así lo demuestra un estudio realizado para el asesoramiento del Departamento de Energía, que afirma que el motor de combustión interna seguirá siendo la principal fuente de energía dominante en los vehículos, como mínimo hasta el año 2050.
El motor de combustión
El motor de combustión interna fue una innovación clave para el desarrollo del automóvil tal y como hoy lo conocemos. Existieron numerosos proyectos basados en motores o máquinas de vapor, primitivos sistemas eléctricos y demás fuentes de energía, pero ninguno de ellos puedo lograr tal auge como lo hizo el motor de explosión. En relativamente poco tiempo el coche pasó a ser un elemento más en las grandes ciudades, dejando de lado cada vez más a los carruajes y caballos.
Actualmente estamos viviendo un momento de transición energética, en el que se observa una clara tendencia al uso de nuevas energías limpias como alternativa al crudo, que se encarece debido a los distintos problemas, como una mayor demanda, consumo en los nuevos países emergentes, agotamiento paulatino de reservas petrolíferas, enfrentamientos entre políticas internacionales, embargos energéticos, etc.
Aún así, los altos costes derivados en la implantación de las nuevas tecnologías sustitutivas, tales como baterías y células de combustible de hidrógeno, con la infraestructura necesaria para su implantación y uso, hacen que el tradicional motor de combustión interna siga siendo una opción que podría llevar a su uso hasta el año 2050, según un informe realizado por The National Petroleum Council.
Alternativas al motor de combustión, materia pendiente
El secretario de Energía de los EE.UU., Steven Chu, pedía al National Petroleum Council en el año 2009 un estudio sobre cómo el avance de los sistemas tecnológicos en vehículos con un uso de combustible alternativo podía mejorar la eficiencia energética, ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de igual manera reducir así la necesidad de importaciones de petróleo. Chu también pedía al Consejo que examinase la posibilidad de cómo los EE.UU. podrían reducir a la mitad las emisiones de los gases de efecto invernadero de los automóviles y camiones para el año 2050.
The National Petroleum Council, es un consejo que incluye a representantes de la industria, el gobierno de los EE.UU. y las universidades. Según expresaba dicho consejo, las políticas de Estados Unidos deben ser «tecnológicamente neutrales». De igual manera Linda Capuano, una de las co-autoras del informe y vicepresidenta de tecnología en Marathon Oil Corp. en Houston, declaraba que «Es demasiado pronto para elegir la opción», refiriéndose de esta manera a cual podría ser la tecnología más prometedora.
El motor de combustión interna seguirá siendo el «sistema de propulsión dominante en las próximas décadas». Con esta afirmación tan rotunda declaraba Bill Reinert, co-autor del informe y un ejecutivo de Toyota Motor Corp. La combinación de motores tradicionales con baterías eléctricas en los híbridos enchufables y la reducción del peso de los automóviles y camiones prometen aumentar los km recorridos por galón, según señalaba el informe. De igual manera, los vehículos alimentados con gas comprimido natural se posicionan como el mayor competidor de los tradicionales motores alimentados por gasolina o diesel, siempre y cuando los precios del GLP sigan siendo bajos.
En 2010, el transporte representaba un tercio de los gases de efecto invernadero emitidos en los Estados Unidos. De esa cantidad, alrededor del 80 por ciento provenía de los automóviles y camiones, que junto con los barcos, trenes y aviones, representan el 20 por ciento restante, según el informe. El actual gobierno del presidente Obama ha tratado de avanzar en el desarrollo de las baterías a través de subvenciones otorgadas por el mismo estado, desgravaciones fiscales y garantías de préstamos a empresas como Fisker Automotive Inc. y Tesla Motors Inc. para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías. También se estableció una meta de un millón de vehículos eléctricos en la carretera para el año 2015.
S. Shariq Yosufzai, vicepresidente de Chevron Corp. y uno de los autores del informe, explicaba que un mayor uso de los biocombustibles, baterías eléctricas y uso del gas natural como medios alternativos al combustible tradicional, darían lugar a importantes reducciones de las emisiones de carbono, pero, aún así, no hay un camino claro para alcanzar la reducción del 50 por ciento de gases de efecto invernadero, una de las finalidades con la que se realizaba dicho informe.
Fuente: Autonews
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