El presidente de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, podría estar forzando el que el precio de las baterías se redujera en un plazo corto de tiempo gracias a una maniobra de competencia entre los suministradores de acumuladores. La estrategia, denominada «Ghosn Shock» en la industria, ya le salió a cuenta al siempre polémico CEO cuando tuvo que enfrentarse a un mercado metalúrgico para poder beneficiarse de unos menores costes de las materias primas.
Pese a que Nissan en la actualidad cuenta con una joint venture con el grupo NEC para la fabricación de baterías y acumuladores para los modelos eléctricos nipones como el Nissan Leaf, Carlos Ghosn ha establecido un nuevo contrato con Hitachi para el suministro de acumuladores energéticos. La estrategia supone hacer realidad la ley de la oferta y la demanda donde Renault-Nissan tan solo tendrá que pescar en río revuelto el contrato más favorable para encontrar nuevo suministrador de baterías de cara a un futuro lanzamiento.
Esta alianza entre Nissan e Hitachi afecta de manera directa a la propia empresa conjunta que mantiene Nissan con NEC Group, por lo que la situación tan solo podrá ser solucionada mediante una ruptura o una bajada de los precios para seguir manteniendo el acuerdo para el suministro de baterías.
El gran beneficiado en este caso será el fabricante japonés al encontrar unos menores costes y por ende, el futuro comprador que verá como el vehículo eléctrico podrá ofrecer más por menos. El Nissan Leaf que debutará en 2013 ha sido el motivo para este nuevo acuerdo con Hitachi, por lo que dadas las expectativas que se ciernen sobre el modelo y el volumen de ventas que espera cosechar, el anteriormente citado NEC Group no debe de estar muy contento con esta maniobra financiera.
El denominado «Chosn Shock» se forjó a través de una maniobra idéntica que buscaba facilitar la reestructuración de Nissan abaratando los costes en el delicado momento de la llegada a escena de Renault. Una jugada que en su momento obligó a los proveedores de Acero a reducir su escalada de precios y comenzar a competir de manera directa.
El movimiento de Ghosn no es ajeno a otros fabricantes como Honda, Toyota o Mitsubishi que ya han coqueteado con estas iniciativas en busca del mejor suministrador al menor precio. Los grandes grupos dedicados a la fabricación de acumuladores energéticos están viendo como Hitachi o Toshiba están convirtiéndose en terceros en discordia para forzar la reducción de costes.
Fuente: AutoblogGreen
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