Airbus nos muestra sus nuevos focos de investigación para hablar de desarrollo sostenible en el trasnporte aéreo de 2050. El objetivo es optimizar todo aquello que guarda relación con los trayectos en avión para conseguir reducir a la mínima expresión el gasto de combustible, la emisión de contaminantes y el número de horas de vuelo que no han sido productivas.
El proyecto de investigación de Airbus se basa en dos pilares fundamentales para poder hablar de un desarrollo sostenible. El fabricante europeo diferencia desde un primer momento el funcionamiento del avión en tierra y el funcionamiento de éste en el aire. Dos puntos de partida muy diferentes donde de forma paralela se puede encontrar una mejora que conlleve a resultados globales y que por ende repercutan en la mejora de todos los vuelos implicados.
Airbus habla de futuro partiendo de una necesidad ya presente
Uno de los primeros datos que aporta Airbus se traduce en el hecho de que la compañía estima que los vuelos en Europa y EE.UU. podrían acortarse en 13 minutos, añadiendo que el resto de vuelos a nivel mundial también podrían reducir su duración de vuelo. Este recorte en el tiempo del trayecto de alrededor de 30 millones de vuelos por año arrojaría un ahorro de 9 millones de toneladas de combustible, la emisión 28 millones de toneladas de CO2 y el malgasto de 5 millones de horas de vuelo.
Aún así, las expectativas de Airbus van más allá de la optimización de los propios trayectos. El foco de desarrollo sigue estando en la mejora de los puntos de mayor consumo para las aeronaves: despegue y acciones en tierra. Aquí es donde Airbus pretende innovar más allá de soluciones de ahorro, pretendiendo que en el futuro las turbinas de los aviones reduzcan su funcionamiento a la realización del vuelo en exclusiva.
5 son las soluciones que plantea Airbus para su objetivo fijado en 2050. Energias renovables, combustibles alternativos y control inteligente del espacio aéreo son las áreas donde existe un gran potencial de mejora para la aviación.
* Despegue asistido:
Una herramienta que recuerda rápidamente a las soluciones que emplean los portaaviones. Un mecanismo posible que, alimentado mediante energía 100% renovable, ayudaría a la aeronave en su fase de despegue para reducir el consumo de combustible en la fase más crítica.
* Creación de autopistas virtuales:
Una idea que lleva no poco tiempo en el tintero y que todavía permanece a la espera de su explotación. Un cielo inteligente capaz de adecuar el espacio aéreo a las condiciones de tráfico y climatológia para seleccionar la ruta que aporte mayor compromiso tiempo/gasto de combustible.
Junto a esta creación, es posible ir un paso más allá diseñando una red virtual donde poder efectuar ciertos trayectos en formación para imitar a la naturaleza. Trayectos que coinciden en tiempo y lugar pueden volar a través de una formación que ayude a reducir el gasto de combustible provocado por la resistencia al avance.
* Reducción del ruido en aterrizajes:
El objetivo es conseguir un territorio flexible donde poder aterrizar sin necesitar de una única dirección y sentido ordenado para las labores de aproximación y aterrizaje. Posiblemente la solución más difícil de llevar a cabo, y que además supone el mayor desafío técnico al necesitar de un cambio sustancial del protocolo de aterrizaje, así como de las labores de control para la recepción de varias aeronaves al mismo tiempo.
Junto a ello también se pretende buscar una reducción del ruido y del tamaño de la pista de aterrizaje buscando que la velocidad de descenso también se reduzca.
* Cero emisiones de las operaciones en tierra:
Un objetivo de vital importancia para evitar un gasto sumamente inútil una vez el avión ya está en tierra. Las maniobras de aproximación a la terminal de pasajeros una vez el avión está en tierra podrían suplirse con el apoyo de un vehículo que ofreciera la capacidad suficiente para tomar el control de la aeronave y trasladarla de la pista a la terminal y viceversa.
Para reducir todavía más el impacto de estas operaciones, el objetivo que propone Airbus es que el vehículo auxiliar de transporte funcione con energía renovable proveniente de una red propia de abastecimiento ubicada en el aeropuerto.
* Uso de energías renovables y combustibles alternativos:
Este apartado abarca a todo el entramado que posibilita que el transporte aéreo sea posible. Comenzando por la red aeroportuaria que debería ser autosuficiente empleando las soluciones actuales que ofrecen las energías renovables. Por otro lado encontraríamos la aeronave que comenzando con el uso de biocombustibles, deberá de adaptarse al uso de combustibles alternativos como el Hidrógeno, Gas u otras soluciones en las que se encuentra inmersa la industria aeronáutica.
Un sector que también necesita hablar de sostenibilidad y eficiencia
Nuevas formas de optimizar un transporte que siempre se ha sabido que puede mejorar. Más allá de rediseñar aviones y aspectos técnicos, que también, la muestra de Airbus nos presenta una realidad sobre la mejora que puede llevarse a cabo en aeropuertos y ejecución de los trayectos.
Una parte importante de esta serie de mejoras sería la llegada del llamado cielo inteligente, capaz de evaluar y adecuar los trayectos a las condiciones cambiantes del cielo y el tráfico aéreo. Las muchas veces nombradas autopistas aéreas son una herramienta que pueden ofrecer una mejora sustancial en el caos controlado que hoy conocemos como cielo.
Obviamente no es fácil lo que Airbus pretende hacer ver posible con sus iniciativas, pero el beneficio final que se extrae bien merece la pena. 2050 se antoja lejano en Septiembre de 2012, sin embargo todas las propuestas necesitan de una base de cambio y desarrollo que debería empezar en estos días con sus primeras incursiones. El cielo inteligente y sostenible es posible, difícil, pero posible.
Fuente: GreenCarCongress | Airbus
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