La consultora Pike Research ha publicado un estudio centrado en el crecimiento de los sistemas Stop/Start que multiplicarán por 10 sus ventas para el año 2020. Un crecimiento muy por encima de los vehículos híbridos donde se tiene en cuenta una base de partida situada en la actualidad, año 2012, vaticinando que el crecimiento de su implantación vendrá propiciada por la instalación de este elemento como equipamiento de serie y no como función extra en versiones de bajas emisiones.
Las ventajas de este sistema son de sobra conocidas, provocando un descenso medio en el consumo de un 8% en ciclo urbano y un 4% en emisiones de CO2. Este elemento, junto con la optimización de otros factores como gestión térmica, frenada regenerativa y reducción de la fricción en partes críticas de las mecánicas actuales, se han convertido en equipamiento obligado de todas aquellas versiones llamadas a ser las más ahorradoras de sus respectivas gamas.
En 2020 se venderán 41 Millones de vehículos con sistemas Stop/Start
El crecimiento constante de este tipo de sistemas necesitará a su vez de una mayor evolución de la tecnología empleada, así como de una abaratamiento y mejora de componentes implicados como baterías y condensadores. Por otro lado, un factor de alto interés también será la mejora del tiempo de respuesta así como una cada vez mayor electrificación de otros componentes auxiliares que ahora son dependientes del motor de combustión: dirección asistida, aire acondicionado, bomba de vacío, etc.
Los mercados de Europa, Norteamérica y Asia serán los escenarios donde la tecnología Stop/Start llevará a cabo su expansión. Europa será su principal impulsor a corto y medio plazo mediante el cumplimiento de las normativas anticontaminación vigentes, aunque el mayor crecimiento se registrará en Asia y EE.UU. debido al aumento del parque automovilístico del primero y al cambio de tendencias del segundo.
Gracias al desarrollo de este componente se espera que toda la tecnología microhíbrida también resulte beneficiada mejorando su posicionamiento como tecnología de serie y no como accesorio en versiones menos contaminantes. La reducción de costes de la tecnología y la necesidad de mayor eficiencia harán de este equipamiento un elementos obligado en el diseño y comercialización de los futuros motores diésel y gasolina.
Fuente: GreenCarCongress
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