El fabricante sueco Volvo se ha fijado como objetivo liderar el uso de la conducción autónoma en el mercado. Este ambicioso proyecto pretende hacerse realidad para que el constructor de automóviles siga conservando el compromiso actual con la seguridad, para Volvo, hablar de conducción autónoma es hablar del siguiente paso en la evolución de la conducción, por lo que su implicación en su fomento y desarrollo será más elevada si cabe a partir de ahora.
Reducción del consumo, reducción de accidentes y sus lesiones y reducción de los tiempos en los trayectos son los tres pilares en los que se basa Volvo para hablar de importantes beneficios en la conducción autónoma. Factores todos importantes de manera independiente, pero que encuentran un importante margen de mejora cuando la conducción pasa de nuestras manos a una inteligencia artificial capaz de evaluar y actuar en función de las necesidades de cada instante.
¿Está el mercado preparado para coches que conducen solos?
Volvo afirma de que la conducción autónoma marcará un importante punto clave a nivel de equipamiento para los futuros compradores. El nivel de penetración de las tecnologías, sobre todo en seguridad, está fomentando que la meta lógica final de conducción autónoma pueda llegar al mercado antes de lo previsto, pues el mercado poco a poco comienza a entender las ventajas que aporta este tipo de conducción.
Es tal el optimismo del fabricante que, pese a las polémicas que giran en torno al uso masivo de esta tecnología, remite a un estudio de mercado donde se afirma que cerca del 50% de conductores entre 18 y 37 años ven probable o seguro la futura compra de un vehículo capaz de conducir de forma autónoma. Aún así, otros estudios han demostrado que pese al apoyo reinante en el uso de tecnologías de asistencia a la conducción, al hablar de conducción autónoma los escépticos se multiplican de manera considerable.
Conducción autónoma: la meta tecnológica en el automóvil
Fabricantes como Cadillac o Google entre otros hablan maravillados de las posibilidades de la tecnología, sin embargo el momento «pero» llega tarde o temprano alegando que la tecnología aún necesita de maduración para llevar a cabo actuaciones en situaciones límite. Volvo por su parte cuenta con una dilatada experiencia gracias a su importante implicación en el proyecto SARTRE, una forma de concebir la conducción autónoma en vías rápidas optando por caravanas donde un primer vehículo lidera un convoy de varios vehículos implicados.
El proyecto SARTRE ha puesto de manifiesto el superior ahorro en emisiones y combustible que supone para todos los vehículos implicados, por lo que el uso de la tecnología en favor del medio ambiente y la seguridad es más que obvio. Eliminar el factor humano de la ecuación favorece una conducción constante y previsible, evitando accidentes, despilfarros energéticos y favoreciendo la vida a bordo del vehículo, sin embargo son factores como la capacidad de decisión y actuación de la tecnología las que todavía ensombrecen sus grandes beneficios.
Fuente: Volvo
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