La calefacción tradicional de cualquier coche funciona calentando el aire que entra en el habitáculo, que a su vez calienta (lentamente) todo su contenido. Puesto que en un coche eléctrico prácticamente no se genera calor, precisamente por la alta eficiencia de su motor, ¿cuál es la mejor manera de proporcionar calefacción con el menor consumo energético posible?
Como respuesta a esta difícil cuestión, BMW ha puesto sobre la mesa la posibilidad de utilizar lámparas de rayos infrarrojos para calentar directamente a los ocupantes sin calentar el aire como medio transmisor. Este tipo de lámparas son una tecnología conocida, de bajo coste y alta eficiencia, de ahí la idea de convertir nuestro coche eléctrico en un grill de baja intensidad para humanos. «Yo poco hecho, por favor» diría alguno.
Como ya hemos dicho, la propuesta viene a intentar resolver el problema de calefacción que sufren los vehículos más eficientes, especialmente los eléctricos pero también los híbridos en gran medida. El problema consiste en que los motores eléctricos prácticamente no desperdician energía en forma de calor, sino que emplean aproximadamente un 90% de lo que consumen en generar movimiento. La calefacción, por tanto, no puede basarse en el despilfarro energético que supone un motor de combustión.
Por supuesto que tenemos energía eléctrica y con ella podríamos generar calor de muchas formas, pero la mayor parte de ellas implican importantes consumos de carga, extremadamente valiosa para proporcionarnos autonomía. Así pues, es importante que el método ideado tenga un consumo muy reducido, junto con la mayor eficacia posible, y ahí es donde entran las lámparas de infrarrojos.
Al igual que sucede en un horno microondas, es posible emitir radiación que ponga en movimiento los átomos que constituyen la materia, incrementando por tanto su temperatura, sin necesidad de calentar el aire circundante. Es una forma más directa de calentar sólo lo que queremos, y aportaría la posibilidad de focalizarse: si sólo el conductor va en el coche, sólo hay que calentar a ese ocupante y no importa que el resto del coche permanezca frío. Más eficiencia.
En teoría y siempre según BMW, un sistema de este tipo podría proporcionar calor casi instantáneo a los pasajeros, que sería claramente perceptible en un minuto incluso a temperaturas muy bajas. De nuevo, como calentar un café en el microondas. Si no me equivoco, las lámparas de infrarrojos se utilizan ya en muchos restaurantes en el punto donde la cocina entrega los platos calientes, en espera de ser servidos. Con la intensidad adecuada, debería funcionar también con personas ¿no?
No hay fechas, sólo es una idea, pero suena a que tiene bastante sentido.
Fuente: Greencarreports | Slash Gear
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