Toyota ha presentado un ambicioso plan para el desarrollo y mejora de vehículos híbridos, eléctricos, pila de combustible, tecnología de baterías, recarga inalámbrica y propulsores diésel y gasolina para el año 2015. Todo ello enmarcado en un plan estratégico para aumentar su liderazgo como referente tecnológico en propulsión híbrida, aumentando además su repercusión en otras soluciones como son eléctricos y sistemas de pila combustible de Hidrógeno.
Desde este mismo momento hasta finales de 2015 es el margen que se ha fijado Toyota para lanzar al mercado hasta 21 vehículos híbridos correspondientes a modelos completamente nuevos y actualizaciones de los ya existentes. Junto a este avance, se ha dado a conocer que la firma nipona ha conseguido desarrollar una nueva mecánica gasolina para sus sistemas híbridos capaz de alcanzar un 38.5% de eficiencia, un nuevo motor diésel de alto rendimiento con apenas 1.4 litros y una nueva transmisión para mejorar el ahorro de carburante.
El presente es híbrido y Toyota quiere seguir siendo líder
El apartado más interesante de esta nueva hoja de ruta se centrará en el desarrollo y aumento de la repercusión comercial de los sistemas de propulsión alternativa. Comenzando con la tecnología híbrida que pretende aumentar su producción a cada nuevo año por encima del 1.000.000 de unidades fabricadas, Toyota quiere que esta cifra se mantenga en pleno crecimiento actualizando la oferta existente y añadiendo nuevas opciones en diferentes segmentos con importantes mejoras en el ahorro de carburante.
Una parte importante para seguir hablando del aumento de ventas en los híbridos será la proliferación de las versiones enchufables, una idea que Toyota pretende extender en su gama, aunque la firma no ha confirmado si la adopción de sistemas de conexión externa llegará a todos los modelos. Un detalle sí revelado será la inclusión de poder emplear la energía de los acumuladores de forma bidireccional para casos puntuales de de emergencia. Un acumulador eléctrico que puede salvar en más de un apuro a su propietario.
El siguiente objetivo después de los vehículos híbridos será el desarrollo de eléctricos a baterías y sistemas de pila combustible, aunque por el momento estas tecnologías seguirán bajo la sombra de los sistemas híbridos. El Toyota IQ EV será la piedra angular de este nuevo frente de desarrollo para la propulsión eléctrica gracias a una prueba experimental de cesión de unidades a distintas entidades y administraciones públicas que colaborarán para recopilar datos.
La propulsión eléctrica sigue siendo experimental para Toyota
Pese a que Toyota se niega por el momento a hablar de viabilidad comercial más allá de la tecnología híbrida, el camino del fabricante está ofreciendo importantes mejoras en los eléctricos puros. Una buena muestra de ello es la cifra de consumo arrojada por el pequeño Toyota IQ EV capaz de conformarse con 10.4 kWh por cada 100 kilómetros recorridos.
Misma suerte correrá la tecnología de pila de cobmustible, aunque en este caso su llegada a producción sí supondrá un salto cuantitativo al tratarse de una apuesta del fabricante con tecnología propia más allá del diseño conceptual. La llegada en 2015 de un sedán con tecnología de pila de combustible capaz de ofrecer más de 3 kW por cada litro de Hidrógeno supone el doble de la densidad energética de anteriores prototipos, contando con la mitad de tamaño y peso. A la par de este modelo familiar, Toyota también tiene planeado la fabricación de un autobús con idéntica tecnología para 2016.
Otro aspecto a destacar para Toyota en estos próximos tres años será el de evolución de la tecnología empleada en baterías y el estudio de los sistemas de recarga inalámbrica. Dos aspectos fundamentales para mejorar las opciones del fabricante en híbridos enchufables y eléctricos. Por un lado Toyota se encuentra culminando las últimas fases de su acumulador con electrolito sólido, una tecnología capaz de ofrecer el rendimiento energético más alto del mundo según afirma el propio fabricante.
En recargas no se ha especificado si el sistema por cable seguirá evolucionando a soluciones más potentes y capaces o si por el contrario ya se ha fijado a la recarga inalámbrica como única meta final. Toyota en este plan habla sobre el comienzo de experimentos a nivel local para el estudio de los sistemas inalámbricos de recarga, lo que ya supone un primer paso en la adopción de esta tecnología.
La creciente competencia obliga a Toyota a consolidar y aumentar su oferta
Como análisis de esta hoja de ruta a corto plazo propuesta por Toyota obtenemos dos grandes afirmaciones sobre como el fabricante afrontará la evolución de la propulsión. Por un lado queda constante que para Toyota el presente es sinónimo de mecánicas híbridas y evolución de las propulsores convencionales, siendo inmediatamente posterior la llegada de híbridos enchufables e inmdiatamente posterior, aunque en un margen de tiempo más lejano, la llegada de vehículos eléctricos a baterías y sistemas de pila de combustible.
Por otro lado encontramos el interés del fabricante en evolucionar la tecnología de las baterías y los sistemas de recarga, aunque en este caso quizás encontremos la finalidad comercial como producto más que como tecnología propia para sus vehículos. Queda claro entonces que el factor condicionante en este punto será la mejora en la densidad energética de los acumuladores, los cuales, mediante un sustancial cambio, pueden provocar un vuelvo de los planes de todos los fabricantes.
Parece claro que Toyota quiere seguir conservando su liderazgo en propulsión alternativa, más si cabe ahora que comienzan a surgir rivales de envergadura como la nueva familia híbrida de Ford o el cambio de rumbo en la oferta también híbrida de Honda a nivel mundial.
Fuente: GreenCarCongress
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