El Nissan NSC-2015 es un prototipo de Nissan Leaf equipado con un sistema de conducción autónoma, que acaba de ser presentado en CEATEC Japan 2012 (la mayor feria tecnológica de Asia). Por el momento, la idea es que el coche pueda aparcarse solo una vez que el conductor lo abandona y le da la correspondiente instrucción desde su teléfono, pero esta sola idea tiene un potencial realmente revolucionario para la conducción.
La idea de Nissan no parece ser, de momento, una conducción autónoma completa como la que persigue Google, sino algo menos ambicioso. Pero, a pesar de que se trata tan solo de un prototipo con el maletero lleno de ordenadores y cables, lo cierto es que el coche funciona y es capaz de aparcarse automáticamente, como se demuestra en el vídeo que os ofrecemos a continuación.
El funcionamiento del sistema está basado en la descarga de un mapa de su ubicación en tiempo real combinada con la visión de cuatro cámaras de alta calidad. El software identifica, a través de las imágenes de su entorno, el lugar señalado en el mapa hasta tener la «certeza» de su ubicación exacta y de los elementos que lo rodean.
Una vez sin conductor y además de la correlación entre mapa e imágenes reales, el coche todavía interacciona con una especie de centro de control de Nissan, cuya misión es evaluar si es posible la maniobra y todo está correcto. Es una redundancia de seguridad que está fuera del coche, para asegurar la maniobra al máximo.
Si todo es correcto, el coche buscará, encontrará y aparcará en un sitio libre, para quedar en espera de ser llamado de nuevo desde el teléfono. Es interesante que tendría también la capacidad de volver a buscar a su dueño, a partir de esta nueva llamada, allí donde se encuentre.
Por último, una utilización secundaria de las cámaras de 360o sería realizar labores de vigilancia y alertar de comportamientos sospechosos en el entorno del coche, signifique eso lo que signifique.
El potencial de esta tecnología, incluso aplicada al solo acto de aparcar, es mayor de lo que parece. La razón es que esa incómoda tarea es una gran consumidora de tiempo y una gran generadora de tensión emocional y tráfico rodado en nuestras ciudades. Si pudiésemos dejarlo en manos del coche, podríamos bajarnos siempre en la puerta de nuestro destino, ganar valiosos minutos y, tal vez lo más importante, llegar de mucho mejor humor allá donde vayamos.
Fuente: Thegreencarwebsite
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