La ciudad Den Bosch en Holanda está llevando a cabo una prueba piloto para testar las posibilidades de un transporte público de autobuses eléctricos que sea capaz de recargar sus baterías durante el recorrido gracias a un sistema de recarga inalámbrica. Una vez más hablamos de la aplicación de la tecnología en los sectores donde es más necesaria su implantación ya que propicia que los beneficios de su uso se multipliquen de forma exponencial.
No cabe la menor duda de que la recarga inalámbrica representa el próximo paso a llevar a cabo en la evolución de los eléctricos. Además de sus muchas posibilidades como herramienta de recarga simple y sencilla, tanto su potencial como sistema de conexión hablan de infinitas opciones sin temor de que el socket empleado no sea el adecuado o el tipo de recarga del dispositivo no sea compatible con nuestro vehículo.
Paradas que ofrecen el tiempo suficiente para poder recargar
Bajo este prisma se ha fijado la creación de un proyecto experimental basado en la adaptación de un autobús diésel de la marca Volvo y la instalación de varias zonas de recarga inalámbrica en las paradas que la línea de autobús albergaba. Mediante el único empleo de una superficie lo suficientemente amplia bajo el autobús para alcanzar los 120 kW de potencia, la empresa dedicada a la conversión y la instalación de la tecnología E-MOSS confirma que los tiempos de parada para la recogida de viajeros son suficientes para poder restaurar la energía necesaria en su acumulador.
La misma empresa habla sobre la adaptación de líneas de autobuses completas pudiendo alcanzar intervalos de funcionamiento de 18 horas o distancias de 288 Km. Las conversiones realizadas por E-MOSS establecen capacidades para los autobuses en varios márgenes posibles: 80 kWh, 120 kWh, 160 kWh y 200 kWh empleando la tecnología de Polímeros de Litio.
El proyecto experimental pretende sentar las bases para poder hablar de un despliegue de la tecnología a gran escala en un futuro que pretende llegar a 2025 con la seria idea de contar con una flota de cero emisiones. La colaboración servirá además para testar las dificultades y el alcance de la tecnología para poder comprobar cuánto tiene de sustituto real, siendo la conversión eléctrica una propuesta a considerar gracias a las adaptaciones que ofrece E-MOSS en vehículos de hasta 27 toneladas.
Esta serie de propuestas experimentales se están llevando a cabo en varios países del planeta, realizando especial hincapié en la necesidad de cambio del transporte público. Gracias al aprovechamiento de los tiempos de parada inherentes al propio servicio, las opciones de la recarga inalámbrica como herramienta para extender la autonomía es a todas luces la mejor forma de conciliar este tipo de servicios con la propulsión eléctrica a baterías.
Fuente: AutoblogGreen
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