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El grave peligro de los airbags falsos en Estados Unidos

La falta de principios y la sed de dinero fácil no conocen límites; la estupidez humana, tampoco. A partir de estos ingredientes, existen individuos que se dedican a vender airbags falsos, para remplazar los costosos componentes originales y de un solo uso, que quedan totalmente inutilizables tras un accidente. Cuando se trata de elementos de seguridad y alta tecnología, lo barato sale caro.

La NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) que viene a ser el instituto oficial de seguridad vial norteamericano, ha lanzado una advertencia al respecto de los airbags falsos. El objetivo es alertar a todos los propietarios de coches reparados tras un accidente, en talleres no oficiales y con piezas no originales, sobre los graves riesgos de incorporar piezas falsas. El vídeo que acompaña la advertencia resulta elocuente.

Desde la no explosión hasta la expulsión de componentes metálicos contra el conductor, pasando por la emisión de pequeñas llamas

Parece ser que estos airbags parecen originales, incluyendo anagramas de la marca y demás marcas y códigos identificativos. Sin embargo, el consistente mal funcionamiento de estos equipamientos falsos va desde la no explosión hasta la expulsión de componentes metálicos contra el conductor, pasando por la emisión de pequeñas llamas y otras lindezas. A pesar de esto, de momento no hay constancia de heridos o muertos por esta causa.

No es sencillo cuantificar con precisión el alcance de esta estafa, pero se estima que menos del uno por mil del parque automovilístico norteamericano puede estar afectado por estos peligrosos componentes falsos. Concretamente, el problema puede afectar a vehículos que hayan sufrido reinstalación de airbags tras un accidente en los últimos tres años y fuera de un taller oficial. Las compras on-line son también un importante foco del problema, lo que me invita a pensar que Europa podría no ser ajena al problema.

Eso sí, la gran ventaja de los equipos falsos es su aquilatado precio, por debajo de 400$, cuando el airbag oficial no debería bajar de los 1.000$. Parece mentira, pero la tentación del ahorro en algunos artículos nos puede costar muy, muy cara, y no sólo en términos económicos.

En definitiva, si ya maravilla pensar que el auténtico funcione bien, no seáis ignorantes y no aceptéis imitaciones

Cabe recordar que el mecanismo del airbag es un elemento, si no de alta tecnología, sí de altísima precisión. La detonación tiene que tener lugar en el instante preciso, con la intensidad exacta, de forma que permita impactar la cabeza y tórax del ocupante en cuestión en el momento mismo en el que se pueda empezar a desinflar. Ese desinflado debería tener lugar a una velocidad lo suficientemente lenta para retener el cuerpo y lo suficientemente rápida para no rebotarlo.

El tejido que entra en contacto con la piel ha de ser muy duro para aguantar las tensiones de inflado y desinflado instantáneo, pero no abrasivo para no generar quemaduras. El dispositivo pirotécnico que lo infla en fracciones de segundo debe tener la potencia suficiente para cumplir su función en los tiempos infinitesimales necesarios, pero no puede ser excesivamente potente para no reventar la bolsa.

En definitiva, si ya maravilla pensar que el auténtico funcione bien, no seáis ignorantes y no aceptéis imitaciones. Al menos, no en esto precisamente.

Fuente: NHTSA | The Wall Street Journal
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David García Artés

David comenzó a trabajar en Diariomotor en junio de 2011, escribiendo artículos casi como hobbie, en lugar de ver la televisión después del trabajo. Poco a poco fue ganando responsabilidades, primero como coordinador editorial en Tecmovia, más tarde como probador (nunca ha dejado de serlo) y finalmente como Director General desde julio de 2020. Es economista (1998) e ingeniero (2011) de formación. Seguir leyendo...

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