El Nissan Leaf podría aterrizar en otra nueva ciudad en forma de taxi si Washington DC aprueba el proyecto para poner en funcionamiento 40 de estos vehículos eléctricos. Un nuevo escenario que se uniría a las ciudades de Sao Paulo, Virginia, New York, Mexico, Londres o Tokio para la puesta en marcha de un sistema de transporte pensado por y para reducir el impacto de este servicio en la ciudades.
A falta de dar el sí definitivo, la administración ha definido los planes que pretenden impulsar a el Nissan Leaf como protagonista principal. Una parte importante de esta antesala del proyecto es la intención de crear y gestionar una red de 56 puntos de recarga rápida para el servicio de Taxi, una fórmula que con los registros de tiempo de recarga serviría para ofrecer un transporte sin prácticamente ninguna unidad fuera de servicio por estar efectuando la recarga de su acumulador en el momento menos apropiado para el usuario.
Se pretende implantar una red 56 puntos de recarga rápida
Nissan Leaf empleado como Taxi en Sao Paulo (Brasil)
La apuesta de la administración en este tipo de propulsión viene motivada por la reducción de costes que supone su empleo frente a las mecánicas convencionales. Tanto a nivel de consumo, como de mantenimiento, las diferencias pueden ser abismales si tenemos en cuenta que los populares cab en su mayoría siguen formando parte de las ya míticas leyendas del Ford Crown Victoria o el Chevrolet Impala.
La duda sobreviene cuando se relaciona la recarga rápida con un sistema de transporte eléctrico a baterías que pretende no conceder demasiado tiempo ni dinero a averías. Pocos quedan ya que no conozcan las pérdidas de capacidad de los acumuladores en uso convencional, pero este hecho puede ser una mera anécdota si llevamos a cabo la recarga de nuestro acumulador a base de recargas rápidas una y otra vez sin miramiento alguno.
Servicios públicos, una vez más el mejor escenario para desarrollar esta tecnología
Nissan Leaf empleado como Taxi en Londres (Reino Unido)
Es el propio fabricante Nissan, y todos los fabricantes actúan de igual modo en este asunto, el que desaconseja el uso continuado de la recarga rápida pues ésta puede llegar a infligir daños permanentes en el acumulador. Su uso debe ser ocasional y siempre seguido de posteriores recargas lentas para restaurar el acumulador de una forma más tolerable para las propias celdas.
Bajo el punto de vista del usuario de a pie, bienvenidas sean estas iniciativas a modo de laboratorio que exprimen todas y cada una de las posibilidades de los vehículos eléctricos. Entornos de uso continuados que puede arrojar luz sobre un aspecto que todavía no termina de dejarse ver sin ciertas opacidades en algunos detalles.
Fuente: AutoblogGreen
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