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Audi Urban Future Award 2012: la ciudad en la era de Spotify

De entre las iniciativas emprendidas por los fabricantes de coches en torno a la investigación sobre las ciudades y la movilidad del futuro, Audi Urban Future Initiative ha adquirido un particular marchamo: el de imaginar futuros excitantes y fascinantes. En la edición de 2012 el ganador del Audi Urban Future Award ha sido el estudio de arquitectura bostoniano Höweler + Yoon Architecture, por un proyecto que plantea muchas brillantes cuestiones sobre el futuro, centrado en un entorno al que no podemos llamar propiamente ciudad pero que representa la realidad de muchos entornos urbanos en el mundo: Boswash

El proyecto de HY Architecture parte de asumir el naufragio definitivo de las ciudades del «sueño americano» de mediados del siglo XX

El proyecto de HY Architecture se basa en la creación de una gran estructura multimodal con diversos medios de transporte, a partir de la cual replantear el espacio urbano, la vivienda y el transporte dentro de ese inmenso conglomerado urbano que los estadounidenses llaman Boswash (Boston – Washington). Un planteamiento radical que nace de la asunción del colapso del “sueño americano”, y se dirige a un futuro próximo en el que las ciudades y nuestras vidas pasarían del culto a la posesión al mundo del acceso y uso compartido. Un cambio tan radical que nos pone ante la refundación de lo que conocemos por ciudad. Tenga eso la forma que tenga.

Boswash, la “ciudad lineal” no – planificada

El enorme conglomerado urbano del noreste de Estados Unidos poco o nada tiene que ver con el proyecto de Arturo Soria que todavía da nombre a una zona de Madrid. Este término, acuñado a finales de los años sesenta, define una sucesión de grandes áreas metropolitanas compuesto, de noreste a suroeste, por Boston, Providence, New Haven, New York, Filadelfia, Baltimore y Washington. Una gran franja urbanizada que aglutina a 53 millones de habitantes y en la que se genera un tercio del PIB de Estados Unidos, pero también un producto involuntario de conceptos urbanísticos totalmente obsoletos que muestra graves problemas de movilidad y utilización del espacio público.

«Boswash» lo forman siete ciudades a lo largo de 750 km. Con 53 millones de habitantes, genera el 33% del PIB de Estados Unidos

La Interestatal 95 que ata las ciudades entre sí crea unas necesidades y movimientos que entran en conflicto (o se confunden) con los propios de cada urbe. Un resultado al que han llevado la acumulación de iconos del urbanismo americano: suburbios repletos de casas con garaje y jardín, establecimientos orientados a la carretera, grandes centros comerciales de periferia. Un mundo construido a partir del verbo “poseer”.

Boswash es un enorme bloque de urbes que, sin embargo, muestran grandes diferencias entre sí. Desde megápolis como Nueva York con sus casi 20 millones de habitantes, pero con la menor tasa de coches por habitante de las grandes ciudades del país, hasta ciudades como Baltimore, que ha perdido el 35% de su población desde 1950 y sufre su baja densidad y sus áreas despobladas. Y con paradojas como que, a pesar de contar con unos 25 millones de coches, y estar unida por una Interestatal, el 50% de los viajeros en autobús de todo Estados Unidos residen en esta zona.

Shareway, compartiendo el transporte y algo más

El proyecto presentado por HY Architecture para el premio de este año se llama Shareway, y parte del deficiente rendimiento del modelo de infraestructuras y medios de transporte, así como el formato residencial, de mediados del siglo XX en el Boswash de hoy en día.

Las formas de vida y de trabajo han cambiado, y el mundo lo ha hecho también. ¿Por qué seguir apostando por infraestructuras y modelos de vivienda cuyo concepto está obsoleto o va a estarlo en la próxima década?

Las formas de vida y de trabajo han cambiado, y el mundo lo ha hecho también. ¿Por qué seguir apostando por infraestructuras y modelos de vivienda cuyo concepto está obsoleto o va a estarlo en la próxima década? Shareway pretende reinventar las infraestructuras para reinventar la sociedad. Un gran haz que aglutina transporte de pasajeros y mercancías por ferrocarril vertebraría el territorio de Boswash liberando la enorme cantidad de espacio ocupado hoy por mútiples infraestructuras ineficientes. El “manojo” de medios de transporte tendría múltiples nodos en los que la intermodalidad permitiría tanto la distribución de mercancías como de personas, y daría acceso a los sistemas de transporte lento de “último kilómetro”, coches eléctricos que aprovecharían la fricción de los ferrocarriles para estar permanentemente cargados y disponibles, pero aún así, el proyecto prevé un inmenso centro intermodal de comunicaciones en el área de Newark.

Donde Shareway es un proyecto verdaderamente atrevido y futurista es en el replanteamiento hasta la raíz del formato de vivienda del “sueño americano”. La propuesta es un sistema de vivienda, el “Sharestay”, que incorporase a las casas el concepto del “Car Sharing”, optimizando el uso de las mismas en función de las necesidades horarias y a través de plataformas informáticas en tiempo real. Casas versátiles y adaptables que diferentes personas podrían usar en diferentes momentos en función de sus necesidades de espacio, uso de energía, tiempo o presupuesto. Una especie de gran “colonia”, enlazada con pequeños “nidos” de vivienda compartida que permitiesen no sólo dinamizar sino también optimizar las inmensas áreas de viviendas estáticas (y a menudo desocupadas) de los suburbios de las ciudades americanas.

El espacio interior

Uno de los principales objetivos de Shareway es también recuperar el suelo “hipotecado” por infraestructuras ineficientes y los espacios muertos que generan. Para ello propone reutilizar grandes áreas industriales y residenciales abandonadas en Baltimore para crear nodos agrícolas dentro de la zona urbanizada, obteniendo así una distribución de productos naturales más razonable.

Gracias al gran “manojo” de medios de transporte, cientos de millas a la redonda podrían considerarse “Kilómetro cero” gracias a los medios rápidos de distribución de mercancías.

Estas zonas agrícolas estarían jalonadas por zonas residenciales, mejorando así la densidad de población y de usos de esta zona tan desestructurada. Gracias al gran “manojo” de medios de transporte, cientos de millas a la redonda podrían considerarse “Kilómetro cero” gracias a los medios rápidos de distribución de mercancías.

Shareway plantea, por último, la reinvención del concepto de “calle”. Si efectivamente se reducen los coches en las calles, muchos de los espacios urbanos destinados al tráfico (circulación y aparcamiento) pueden ser reutilizados. En HY Architecture plantean que las calles pueden flexibilizarse a tiempo parcial y servir como espacios públicos tanto como fuentes de energía o lugares de tránsito puntual. Su «llave» es el concepto “tripanel”, una unidad mínima de construcción de vías que incorpora diferentes caras con diferentes usos (Y que probablemente es sólo una quimera que simboliza la voluntad de resolver este problema)

El presente, el pasado y las ciudades del futuro

Shareway es un proyecto fascinante que se puede explorar en los vídeos que enlazo abajo. Sin embargo, pasada la excitación inicial por el triunfo de la tecnología y las infraestructuras, hay que poner los pies en el suelo: ¿No tratamos de enfrentarnos al problema de la obsolescencia de las tipologías de infraestructura? Si la clave que necesitamos para la movilidad del futuro es la flexibilidad, ¿no será demasiado arriesgado fiar la movilidad de decenas de millones de personas a una infraestructura tan colosal?
Probablemente Shareway es, en realidad, un gran semillero de ideas que apunta hacia un modelo de sociedad a base de bienes compartidos, algo así como Spotify.

Probablemente «Shareway» es un gran semillero de ideas que apuesta por un nuevo modelo de la ciudad basado en el uso y no la posesión: como Spotify

Car Sharing eléctrico, cambio en el modelo de posesión de viviendas o rehabilitación de espacios urbanos con usos propios del medio rural son ejemplos de flexibilidad. Sin embargo al ligar este horizonte a enormes infraestructuras quizá pierde el contacto con el terreno, recordando a algunos proyectos de la primera mitad del siglo XX, como la burbuja para Manhattan de Buckminster Fuller, las ciudades hiperrápidas de Le Corbusier o las autopistas elevadas de Robert Moses.
Seguramente convenga pasar estas ideas por el tamiz mucho más sensato y humano uno de los proyectos finalistas, el de CRIT para Bombay, que se resume muy bien en una frase: “Cuando hablamos de movilidad no debemos referirnos solamente al transporte”

Fuente: Audi Urban Future Initiative | Höweler + Yoon Architecture  | HY Shareway en Vimeo (5 vídeos)

Fotos: © Höweler+Yoon Architecture

En Tecmovia: De rascacielos, zepelines y autopistas. 1930 y la ciudad futurista | Nostalgia del futuro. Las ciudades en 2030

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Luis Miguel Ortego

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