Mitsubishi deja entra ver que la situación de la marca respecto a la propulsión eléctrica no pasa por su mejor momento, después de hacer oficial el rotundo fracaso en ventas que está siendo el Mitsubishi i-Miev en suelo norteamericano. De un acumulado que se esperaba vender de 20.000 unidades a lo largo de un año completo, Mitsubishi confirma que apenas se han conseguido entregar 469 unidades.
EE.UU. representa un mercado importante para Mitsubishi, aunque en la actualidad sus ventas hayan descendido un 29%. Todas las esperanzas de un repunte que permita a la marca seguir en EE.UU. se basan en la inminente llegada del Mitsubishi Outlander Plug-In Hybrid, un SUV híbrido enchufable que pretende convertirse en la fórmula de éxito a nivel de ventas asociando una alta eficiencia con buenas cifras de autonomía y tiempo de recarga que en el caso de los eléctricos no han servido para otra cosa que para crear cierto recelo.
Propulsión eléctrica frente a híbrida: al final todo es cuestión de ventas
A este nuevo cambio de perspectiva se añade la buena acogida que está cosechando el vehículo más pequeño de la casa propulsado por motores convencionales, el nuevo Mitsubishi Mirage. Hablamos de un urbano perteneciente al nicho de mercado que más crece en estos momentos por su altas dosis de mejora de eficiencia y por una competencia que clama la llegada de versiones asequibles muy cercanas al low-cost, segmentos A yB.
En este modelo, Mitsubishi pretende centrar una oferta clara de producto asequible para los entornos urbanos, con motores eficaces y de bajas cilindradas para conseguir rivalizar al menor precio. A esta apuesta llegará una variante eléctrica que además pondrán contra las cuerdas al Mitsubishi i-Miev, ya que por planteamiento, habitabilidad y proporciones, es muy posible que el Mirage eléctrico se convierta en el mayor rival del propio i-Miev.
Este movimiento poniendo en duda la propulsión eléctrica no es nuevo en la industria, uno de los casos más claros lo encontramos de la también japonesa Nissan decidiendo apostar por la propulsión híbrida. Las ventas actuales han dejado claro que la propulsión eléctrica no es un negocio rentable, sin embargo factores como la lenta evolución de la tecnología en baterías o la caída de ventas en mercados como Euorpa, está obligando a apostar por productos más lógicos, híbridos e híbridos eléctricos, para poder sobrevivir como fabricante.
Mucho me temo que Mitsubishi no será el último fabricante en poner en modo «standby» a la propulsión eléctrica mientras ésta adquiere mayor nivel de repecusión y prestaciones.
Fuente: AutomotiveNews
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