General Motors ya se encuentra gestando el que será el sustituto del Chevrolet Volt aplicando lecciones aprendidas en su primera generación y apostando de nuevo de forma clara y concisa por la propulsión eléctrica asociada a un motor gasolina que haga las veces de extensor de autonomía. Con estos aspectos bien claros, el futuro Chevrolet Volt marcará diferencias respecto a su predecesor, aunque no llegará a significar una ruptura.
El Chevrolet Volt u Opel Ampera, según apostemos por una marca u otra, es sin duda un vehículo único en todos y cada uno de los factores que le dan forma sobre el plano práctico y teórico, su concepto es si cabe el más lógico hoy en día dados los inconvenientes del vehículo eléctrico y el necesario cambio sobre el sistema de movilidad actual. Aún así, todo es mejorable y por ello se pretende crear una segunda generación que partirá de esta primera apuesta mejorando cifras, registros, comportamiento y diseño.
Se pretende dotar al Volt de mayor carácter y personalidad
John Cafaro, director del diseño exterior del actual Chevrolet Volt, ha sido el primero en ofrecer detalles sobre lo que podrá ofrecer el próximo Volt en el plano estético. La idea es otorgarle más personalidad y marcar su carácter sin llegar a a convertirlo en un producto estridente. Como ejemplo alude a la mejor estética conseguida por el Opel Ampera frente al Chevrolet Volt, citando al primer modelo como un vehículo con un diseño más agresivo y atractivo.
Este hecho no significa que se abandone la estética, que no funcionalidad, de tres volúmenes, pues desde General Motors no están muy por la labor del diseño kammback. El apunte pretende dejar ver que el próximo Chevrolet Volt llegará al mercado con una mayor personalidad que facilite su distinción respecto al resto de vehículos, y que además deja constante que su sistema de propulsión es claramente diferente.
Particularmente, no considero que el diseño del Chevrolet Volt no esté conseguido, aunque bien es cierto que el Opel Ampera parece estarlo todavía más albergando ciertas pinceladas significativas en su frontal. La clave entonces es encontrar un diseño que claramente hable del modelo tanto o más que sus datos, un apartado harto difícil si además se pretende llegar a más público y más variado. Como ejemplo tenemos a Toyota, donde Kammback significa híbrido, e híbrido rara vez no vuelve a significar Kammback de la mano de Toyota.
Fuente: AutoblogGreen
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