Fiat ha presentado en el Salón del Automóvil de Los Ángeles el Fiat 500 eléctrico, llevando a cabo unas polémicas declaraciones que atacan al Nissan Leaf y su diseño de manera directa, diciendo de éste que se trata de un ejercicio de contaminación estética. Nissan no ha tardado en responder, y de hecho no ha sido comedida en sus palabras teniendo en cuenta el ataque directo y la amplia diferenciación que tienen ambas marcas cuando se trata de hablar de propulsión eléctrica.
El Grupo Fiat es por el momento el único grupo automovilístico que sigue afirmando y confiando en una estrategia de producto que deja de lado a la propulsión alternativa en todo su amplio abanico de posibilidades. La hibridación, y mucho menos la propulsión eléctrica, no encajan con la visión de futuro próximo para las marcas acogidas bajo el paraguas de Fiat y la variante eléctrica del 500 no es más que un estricto ejercicio de marketing.
Fiat 500e Vs. Nissan Leaf
En este punto queda claro que la disparidad de opiniones es muy amplia a la hora de abordar qué son y qué no son el Fiat 500e y el Nissan Leaf. Sí, son eléctricos, pero más allá de este punto no existe ningún detalle que pueda llegar a definir un mismo camino común a la hora de hablar de ambos vehículos como producto. Fiat alude al Nissan Leaf como un vehículo feo entre comillas, lo cual puede ser muy discutible, pero obviamente motivos hay para justificar el diseño del Leaf.
Nissan ha hablado, y además de vanagloriar al Nissan Leaf diciendo de éste que representa un producto más lógico y funcional gracias a sus cinco plazas, un maletero con capacidad y un posicionamiento en el segmento C, ha arremetido contra la política del Grupo Fiat en tanto a la visión y producción de vehículos de propulsión alternativa.
¿Diseño eléctrico o eléctrico de diseño?
Comparar el Nissan Leaf y el Fiat 500e es un ejercicio sin sentido alguno. Donde el Nissan Leaf representa la completa adecuación al uso como vehículo eléctrico, el Fiat 500e esgrime un concepto de variante a partir de un vehículo convencional. Este punto crítico dice mucho de ambos modelos, siendo válidos ambos, pero totalmente incompatibles para justificar como mejor uno u otro modelo.
Si el Nissan Leaf emplea algunos ejemplos como la canalización aerodinámica en sus faros delanteros, ampliamente discutibles por diseño, pero con razón de ser para mejorar la eficiencia global del modelo, el Fiat 500e se apoya en una cuidada imagen que evoca todo lo que supuso el Fiat 500 en su primera generación, en el italiano la propulsión eléctrica es un añadido, mientras que en el japonés se trata de la principal y casi que única razón de ser.
Espinoso tema y delicado modelo para generar polémica ha escogido Fiat, más si cabe teniendo en cuenta su postura frente a este tipo de propulsión.
Fuente: GreenCarReports | AutomotiveNews
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