El último informe publicado por Pike Research lleva a cabo un interesante estudio sobre el crecimiento en inversión relacionada con las infraestructuras de recarga y las tecnologías necesariamente asociadas a éstas. La revolución automovilística que se espera con la energía eléctrica como principal moneda de cambio, está reflejando que las infraestructuras actuales no son capaces de soportar el impacto que se pretende impulsar.
Un hecho que debemos tener claro en la actualidad es la idea de que la infraestructura, en mayor o menor medida, no es capaz de soportar un impacto de miles de vehículos dispuestos a recargar en horarios dispares y mediante potencias por encima de los 20, 40 o 60 kW. Sencillamente esta idea no es viable, siendo la recarga bidireccional la única fórmula capaz de ofrecer un compromiso de soporte para evitar fallos de suministro en la red.
Recarga Bidireccional para paliar los efectos de la demanda de consumo
Este sistema de recarga bidireccional persigue adecuar un respaldo energético que ofrezca estabilidad al conjunto del sistema cuando este mismo sistema soportar grandes demandas de energía. Vehicle To Grid (V2G), Vehicle To Building (V2B) y Vehicle To Home (V2H), son los protocolos escogidos para desarrollar la tecnología y reglas básicas para poder llevar a cabo esta idea teórica de estabilidad entre la oferta y la demanda energética.
Sin embargo, un factor importante que se pone de manifiesto al analizar esta realidad, no es otro que el escaso empuje de estos sistemas por parte de los fabricantes de automóviles que no muestran mayor interés en las tecnologías relacionadas con el vehículo eléctrico más allá del punto de recarga. En pocas palabras se podría reducir este hecho con una escasez de interés en todo lo que sea suministro de energía pues, economicamente hablando, este campo no les incumbe a los fabricantes de automóviles, y por tanto, el beneficio aquí es nulo.
Pike Research ha estudiado este comportamiento y prevé que la situación cambie a merced de un mayor impulso de la movilidad eléctrica en todas sus posibilidades de movilidad. Para 2020 se espera un crecimiento amplio de la inversión en las tecnologías V2B a nivel mundial hasta alcanzar los 103 Millones de dólares. En menos de 8 años se pasará de una inversión en 2012 inferior a los 2 Millones de dólares a más 100 Millones, por lo queda de manifiesto la necesidad del empleo de esta tecnología.
Las ventajas del empleo de los protocolos V2B se basan en una menor implicación e inversión en infraestructura pues su aplicación es inferior a la que se busca en los protocolos a gran escala V2G. Su gestión de la energía permitirá pequeños núcleos de almacenamiento capaz de ofrecer las ventajas de un servicio a gran escala, pero gestionando una pequeña red inteligente, con menos usuarios y menores fluctuaciones entre la oferta y la demanda al extraerse una menor necesidad de consumo.
Fuente: GreenCarCongress
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