Puede que a algunos todavía les resulte extraño que el sistema operativo de un coche se descargue actualizaciones, pero si eres el propietario de un Tesla Model-S es la cosa más normal del mundo. Algunas de estas actualizaciones, como la que hoy os traemos, nos dan además algunas pistas interesantes sobre el funcionamiento interno de este singular vehículo.
El caso es que Tesla ha enviado una actualización a todos los Model-S en la que se cambia el modo en que el coche se comporta cuando está apagado y desenchufado. Hasta ahora, el coche apagado permanecía en un estado de latencia con un importante consumo energético, a cambio de que el arranque del software fuese totalmente instantáneo al volver al vehículo. Queridos propietarios de Model-S, el orden de prioridades ha cambiado.
Es agradable entrar en un coche, arrancar y ponerse en marcha al instante. Cuando el cuadro de mandos es analógico y el software que gestiona los diferentes sistemas está contenido en chips que sólo hacen una cosa y funcionan al instante, no hay nada que introduzca retardos en el inicio de actividad. Pero cuando todos los cuadros de mando son pantallas y un «sistema nervioso central» controla absolutamente todas las funciones de un coche, el tiempo de inicio del sistema resulta inevitable.
La apuesta de Tesla (hasta hoy) era eliminar ese tiempo de inicio a base de no apagar nunca del todo el sistema, que permanecía en un estado de suspensión más aparente que real al abandonar el coche. No parece una mala solución desde el punto de vista del resultado final, si no fuera porque el coche consumía nada menos que 13 km al día de autonomía eléctrica como consecuencia de no apagarse del todo.
Con la nueva actualización, Tesla supone implícitamente que sus clientes prefieren tener esa autonomía extra a cambio de esperar lo que califican como un «modesto incremento» en el tiempo de reinicio de la pantalla táctil y el cuadro de instrumentos. Se entiende que serán unos pocos segundos, digo yo, y en todo caso el apagado total sólo tiene lugar dos horas después de dejar el coche desenchufado (en paradas menores de ese tiempo nada cambia).
Con todo, para los más impacientes se introduce también la posibilidad de desactivar la nueva configuración de forma que el coche se comporte como antes, aunque a las sesenta horas de sueño o cuando la batería esté baja forzará de todos modos el apagado completo.
No sé por qué, pero creo que la conciencia medioambiental del cliente medio de Tesla, combinada con el entusiasmo que parecen mostrar con las decisiones de la marca, encajan mejor con la nueva forma de ahorro y pocos serán los que se empeñen en el arranque instantáneo anterior. En cualquier caso, dudo que lleguemos a saberlo.
Fuente: Autobloggreen
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