El comité europeo ha propuesto una nueva reglamnetación para los fabricantes de automóviles que pretende reducir la contaminación acústica generada por los coches. La propuesta, todavía falta de un largo recorrido burocrático para convertirse en ley de obligado cumplimiento, propone reducir a la mitad la cantidad de decibelios que son emitidos por los vehículos de nueva fabricación.
Por el momento hablamos de un propuesta que todavía se encuentra lejos de su aprobación, pero su respaldo en una primera votación bien podría significar el contar con un futuro beneplácito. Lo más interesante de esta propuesta es la completa ausencia de excepciones o tramos a cumplir según mecánicas o vehículos, haciendo muy difícil el cumplimiento de esta propuesta para vehículos de corte deportivo.
¿De dónde provendrá entonces el sonido característico de un motor?
He aquí la principal característica de esta propuesta de ley que obligaría a todos los fabricantes sin excepción a revisar el nivel de contaminación acústica que generan sus productos. Está claro que la técnica ha evolucionado lo suficiente para enmascarar un propulsor V8 bajo la apariencia de un tranquilo cuatro cilindros, sin embargo el carácter deportivo se asocia, entre otras muchas cosas, a un escape capaz de hacerse notar sin necesariamente estar cerca.
Como se suele decir, hecha la ley, hecha la trampa, y al igual que las mecánicas han avanzado lo suficiente para mostrar diferentes personalidades con solo un botón, con un miso pulsador se puede variar de forma drástica el latir de un motor. Un sistema que adopta la salida de gases de escape a través de un control de válvulas permite hoy en día extraer de un motor diésel un sonido deportivo, y de un motor pequeño, un motor con el suficiente carácter para engañar a nuestro alrededor.
Llegados a este punto también cabría destacar la irrupción de los sintetizadores de a bordo, donde a través del sistema de audio se genera un sonido virtual que emula el motor de nuestro vehículo según parámetros como revoluciones, velocidad, marcha seleccionada, etc. La ley promueve la mejora acústica de los vehículos, sin embargo la falta de definición en su aplicación, provocará el uso masivo de este tipo de tecnologías que permiten camuflar o no el carácter de mecánicas que necesitan rugir para mostrar cual es la esencia de lo deportivo.
Fuente: WCF
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